Miles de personas han salido a las calles de ciudades estadounidenses como Louisville, Washington, Nueva York y Atlanta en protesta por la muerte de la afroamericana Breonna Taylor, tiroteada en su propia casa por la Policía.
Ninguno de los agentes implicados en su muerte no han sido imputados por la muerte de la mujer negra. Uno solo de ellos está siendo investigado Brett Hankison por imprudencia temeraria en primer grado; los otros dos policías --John Mattingly y Miles Cosgrove-- no han sido acusados.
Dos policías han recibido disparos durante las manifestaciones., según informó el Departamento de Policía de Louisville. Uno de ellos fue trasladado al hospital y operado, pero los dos están estables. El jefe interino del cuerpo policial de la ciudad, Robert Schroeder, en una rueda de prensa ha puntualizado que está "muy preocupado" por la seguridad de sus agentes. "Tenemos dos agentes que han recibido disparos esta noche y es muy serio", ha lamentado, incidiendo en que la situación es "peligrosa". "Creo que la seguridad de nuestros agentes y la comunidad a la que servimos es importante", ha subrayado, según ha informado la cadena de televisión CNN.
La Policía Federal de Estados Unidos (FBI) ha enviado a Louisville un equipo SWAT para asistir a la Policía de la ciudad por los disparos y han asegurado que "continuarán ayudando en la investigación" sobre los hechos, por los que el cuerpo policial de Louisville ya ha detenido a una persona.
Después de que los policías hayan sido heridos, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, ha pedido a los manifestantes "irse a casa". "Sabemos que la respuesta a la violencia nunca es violencia y estamos pensando en aquellos dos agentes y en sus familias", ha agregado, al tiempo que ha prometido "escuchar" las demandas de los manifestantes.
"Habrá muchas ocasiones en los próximos días en los que tendremos una oportunidad para ser oídos y mucha gente está escuchando ahora mismo. Como vuestro gobernador, he prometido escuchar", ha señalado.
Beshear ha desplegado a un contingente "limitado" de la Guardia Nacional en Louisville, donde, además de los disparos a los agentes, también se han registrado choques entre Policía y manifestantes. Asimismo, se ha destinado un grupo de agentes de la Policía de Kentucky a Louisville con el objetivo de que asistan a la Policía local.
En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que tiene previsto hablar con Beshear y ha reconocido como "una cosa buena" que haya desplegado a la Guardia Nacional. "Entiendo que la haya llamado, lo que es una cosa buena", ha dicho en rueda de prensa, añadiendo que "funcionará".
Las autoridades de Louisville han anunciado un toque de queda que ha comenzado a las 21.00 horas (hora local) --vigente durante tres días-- y han cerrado zonas del centro de la ciudad en previsión a posibles protestas e incidentes, lo que no ha frenado a las multitudes que han salido a protestar.
Hasta el momento, han sido detenidas al menos 46 personas en el marco de las protestas, ha informado el sargento de la Policía de Louisville Lamont Washington. Por su parte, manifestantes han marchado por la plaza denominada Las Vidas Negras Importan en honor al movimiento que rechaza el racismo y la brutalidad policial en Washington, mientras que varios cientos de personas se han reunido en las inmediaciones del Barclays Center de Brooklyn, en Nueva York, clamando "justicia" por Breonna Taylor.
También se han registrado manifestaciones en Atlanta, donde ha habido "varias" detenciones, Denver, Nashville, Columbus, Filadelfia, Pensilvania, Saint Paul y Chicago.
Por su parte, el alcalde de Louisville, Greg Ficher, ha recordado que el FBI todavía está llevando a cabo una investigación que el Departamento de Justicia revisará para determinar si se violaron las leyes federales, incluidas violaciones de los derechos civiles.
Según Ficher, el Departamento de Policía de Louisville también realiza otra investigación para determinar si "los agentes involucrados en el caso violaron las políticas y procedimientos", que, a su juicio, tienen que cambiar "porque Breonna Taylor aún debería estar viva".
Manifestantes y activistas han tildado de insuficiente e injusta la imputación de Hankison por la muerte de Breonna Taylor, que ha causado gran insatisfacción. Hankison fue despedido tras la muerte de Taylor después de que la Policía afirmara que el agente había violado los protocolos de procedimiento y que sus acciones "mostraron una indiferencia extrema por el valor de la vida humana".
Schroeder manifestó que el agente "realizó diez disparos sin motivo y a ciegas" en el interior del apartamento de Taylor, una médico de urgencias. Taylor, de 25 años, murió tiroteada en su propia casa en marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron en su domicilio, según las primera pesquisas, por error, confundiendo a su novio con otra persona, quien pensando que eran intrusos, realizó un disparo de advertencia, desencadenando un tiroteo que acabo con la vida de ella.
Tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo a manos de un agente de la Policía de Mineápolis, la tensión racial en Estados Unidos ha vuelto a tomar protagonismo, en especial tras nuevas muertes a manos de policías en las últimas semanas.