Los puntos de interés más visitados de cualquier ciudad son sus esculturas. Ésas que por una razón u otra tienen una relevancia especial que hace que destaquen sobre el resto. Son obras de arte que se han perpetuado y que han pasado formar parte de la historia por su valor simbólico, artístico y por cómo están hechas y eso las convierte en algo único.

Hay algunas esculturas que son visitadas por millones de personas cada año y son las protagonistas de cientos de fotos de turistas, ya que, también las considera como las más famosas del mundo. De hecho, en algunos casos se viaja a una ciudad en concreto solo para poder admirar en persona esa obra de arte. Algunas se han convertido en símbolos de la nuestra sociedad y han marcado la historia de sus países a lo largo de los tiempos.

Se encuentra en la isla de la Libertad, en el puerto de Nueva York. Esta emblemática escultura es un símbolo de libertad y democracia. Fue un regalo de Francia a Estados Unidos en 1886. Su imponente altura y su antorcha dorada la convierten en una de las esculturas más reconocidas del mundo. Los turistas suelen fotografiarla desde el ferri de Staten Island o desde Battery Park. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1984.

Esta escultura con sus brazos extendidos sobre la ciudad de Río de Janeiro, es un símbolo de fe y bienvenida. La escultura, que mide 38 metros de altura, se alza sobre el cerro del Corcovado. Fue diseñada por el ingeniero Heitor da Silva Costa y el escultor Paul Landowski, es una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Su ubicación privilegida hace que las fotos que se le toman sean impresionantes, con la bahía de Guanabara de fondo.

Esta obra maestra de Miguel Ángel es una de las esculturas renacentistas más famosas del mundo. Fue tallada en mármol entre 1501 y 1504 y representa al héroe bíblico David antes de su batalla contra Goliat. Se puede ver en la Galería de la Academia de Florencia, aunque hay una copia que se exhibe en la Piazza della Signoria. Esta escultura con una perfección anatómica de la figura humana es objeto de innumerables fotos.

Aunque es más conocida como una estructura arquitectónica, la Torre Eiffel reúne elementos escultóricos que la hacen digna de mención. Fue diseñada por Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1889, y es una de las maravillas más fotografiadas del mundo. Los visitantes suelen inmortalizarla desde la plaza del Trocadero o los jardines de Champ de Mars.

Este pequeño pero muy famoso niño de bronce que orina en una fuente es un símbolo del humor belga. Su tamaño es modesto pero su popularidad es inmensa. Cada año, visten al Manneken Pis con distintos trajes, lo que hace que las fotos que se le realizan sean muy variadas.

Esta escultura creada por Auguste Rodin representa a un hombre meditando profundamente. El original forma parte del conjunto “Las Puertas del Infierno” y representa al poeta italiano Dante Alighieri, es una representación icónica de la filosofía y la reflexión. Luego contó con diversos 'originales múltiples' a partir de fundiciones de la obra original, del mismo tamaño o ampliadas. Tal es su popularidad que tiene dos versiones que son las más fotografiadas, una se encuentra en el Museo Rodin de París, y la otra en el Museo Metropolitano de Nueva York.

Esta escultura, basada en el cuento de Hans Christian Andersen, se asienta sobre una roca en el puerto de Copenhague. Fue creada por Edvard Eriksen en 1913, y aunque su tamaño es reducido tiene una gran popularidad. De hecho, es una de las esculturas más icónicas de Europa, y es fotografiada con frecuencia por su encanto melancólico.

Esta figuras monumentales de piedra que miran hacia el interior de la isla fueron talladas por el pueblo rapanui. Su propósito y origen siguen siendo objeto de diversas teorías y provocan fascinación entre los visitantes de la isla. Estos colosales moáis hacen que la atmósfera de la isla se vuelva mágica y que cada foto sea única.

Esta monumental escultura se encuentra junto a las famosísimas pirámides de Egipto. Éste es uno de los destinos turísticos más visitados del planeta. Llama la atención las dimensiones de esta escultura monolítica, ya que alcanza 57 metros de longitud y 20 metros de altura, lo que hacen que sea la más grande del planeta. Su majestuosidad hace que sea la protagonista de miles de fotos de los turistas que quedan fascinados por su belleza.

Esta escultura que encuentra en el Paseo de la Reforma conmemora el centenario de la independencia de México. Se trata de una estatua dorada que sostiene una corona de laurel y una cadena rota que simboliza la libertad. Esta escultura es una de las más fotografiadas de toda América Latina.