Es cierto que nuestro país es conocido por sus zonas de playa. Lugares que se abarrotan en verano para disfrutar de las buenas temperaturas y del sol. Pero lo maravilloso que tiene España es que es un país de contrastes, y cualquier época es buena para recorrer sus ciudades para disfrutar de sus paisajes y su gastronomía.

El invierno es un momento ideal para viajar por nuestro país y seguir conociendo sus ciudades y rincones. Muchas ciudades tienen un encanto especial en esta época y es la oportunidad ideal para descubrir ciudades desde otra perspectiva. Porque el frío y la nieve también tienen su belleza y, seguro que, muchos son fans de estas temperaturas.

Aunque los primeros planes que se puedan venir a la cabeza son los relacionados con los deportes de invierno, lo cierto es que puede ser el momento ideal para conocer pueblos rurales o ciudades que se llenan de vida en esta época.

Visitar la ciudad de Granada es un acierto sea la época que sea, pero en invierno tiene un ambiente especial. Se puede disfrutar de deportes de invierno en Sierra Nevada, o simplemente recorrer sus calles.

Lo bueno del invierno es que hay menos turistas, y se puede disfrutar mucho más de la ciudad si no se es amante de las aglomeraciones. Así que se puede ver tranquilamente La Alhambra, ver la vista nevada desde el Mirador de San Nicolás o pasear tranquilamente por el Albaicín.

Si se es amante del esquí, a 30 minutos de Granada está la estación de Sierra Nevada, que tiene pistas para cualquier nivel y es un lugar ideal para disfrutar de la nieve y desconectar.

Visitar la capital española es otro acierto al igual que Granada. En invierno, la ciudad está completamente decorada por las luces de navidad y se puede visitar en la Plaza Mayor uno de los mercados navideños más tradicionales del país, se pueden encontrar una gran variedad de artesanías y decoraciones navideñas, y se puede aprovechar para comer un típico bocadillo de calamares y, por la tarde, relajarse tomando un chocolate con churros en la zona.

Además, se puede disfrutar de los museos de la ciudad de una manera más relajada. Lo que no está nada relajado, es el centro de la ciudad, que en invierno y sobre todo, en noviembre y diciembre, se llena de turistas y compradores que empiezan a hacer sus compras navideñas. Si se quieren hacer planes con niños, cada año en la parte trasera de El Corte Inglés de Sol se instala el tradicional Cortylandia, un espectáculo infantil que gusta a grandes y pequeños.

Este pueblo medieval es uno de los mejor conservados en España. Es un lugar encantador rodeado de murallas y aún conserva su entrada original. En invierno, este pueblo segoviano es ideal para una escapada tranquila.

Su Plaza Mayor es uno de los lugares más bonitos de este municipio, se pueden apreciar edificios de piedra y soportales que parecen sacados de una película de época. Por otro lado, la Cárcel de la Villa, construida en el siglo XIII, es otro de los lugares de interés de Pedraza que no hay que perderse. Incluso, si se tiene suerte, se pueden ver sus calles cubiertas de nieve.

En cuanto a la gastronomía, Pedraza es un lugar en el que se pueden degustar platos tradicionales como cordero asado, que son perfectos para esta época del año.

Este es otro de los municipios más pintorescos de España, pero en invierno, parece un pueblo de cuento. Está situado en una montaña rodeado por el río Guadalaviar. Es ideal para escaparse y disfrutar de unos días de tranquilidad recorriendo sus estrechas y empinadas calles.

Este lugar se suele cubrir de nieve y crea un auténtico paisaje de ensueño. Entre los lugares más destacados está la Catedral de Albarracín, la Plaza Mayor y las murallas que rodean todo el pueblo. Un lugar al que ir porque se puede disfrutar de unas vistas espectaculares. Los platos que hay que probar en esta zona son las migas y el ternasco.

También hay quien en invierno prefiere retirarse a lugares donde las temperaturas son más suaves y agradables, y el lugar ideal es esta isla canaria. Con sus paisajes volcánicos, playas de arena negra y su arquitectura singular, Lanzarote es el lugar ideal para disfrutar de un tiempo más amable.

Cabe destacar el Parque Nacional de Timanfaya como un lugar de visita obligatoria, ya que este lugar tiene paisajes que parecen sacados de otro planeta. Y también hay que visitar Los Jameos del Agua, una serie de cuevas subterráneas convertidas en un centro artístico por el arquitecto local César Manrique. Dentro se puede encontrar un restaurante, un auditorio y un lago.

Ésta localidad vallisoletana es un lugar lleno de historia, conocida por su arquitectura mudéjar y su ambiente tranquilo. Uno de los principales atractivos de la ciudad es el Parque Temático del Mudéjar, un espacio donde se pueden ver reproducciones a escala de monumentos de este estilo de Castilla y León. Además, se puede visitar el Convento de San Francisco y la Iglesia de San Miguel.

Por otro lado, Olmedo es conocido por su Balneario Villa de Olmedo. Se trata de un complejo termal ubicado en un antiguo convento que ofrece a sus visitantes tratamientos de spa y termales. En invierno, se convierte en un refugio ideal para los que buscan tranquilidad y descanso.