Cada Navidad, España se transforma como un gran árbol que se llena de luces. Diciembre siempre ha sido una época ideal para aprovechar el ambiente festivo y darse un festín de cultura, y para ello, nada mejor que darse una vuelta por algunos de los destinos más visitados. Hay para todos los gustos: iluminaciones pantagruélicas como la de Vigo, mercados populacheros que mezclan gentíos, regalos y puestos de castañas, misas especiales, arte sacro que se torna más popular que nunca cuando las catedrales y los ayuntamientos empiezan a montar sus belenes.
Te contamos algunos de los sitios que más visitantes atraen en estas fechas.
La obra maestra inacabada de Antoni Gaudí es uno de los monumentos más visitados de España durante todo el año, pero especialmente en las festividades. Cada Navidad se monta un belén de tamaño natural en su entrada, una tradición que atrae a locales y turistas. Un lugar imprescindible para quienes buscan espíritu navideño en Barcelona.
La residencia de la Familia Real solo se usa para ceremonias oficiales, pero sus alrededores se han convertido en un punto obligatorio durante las fiestas. ¿El motivo? La iluminación. La Plaza de Oriente, frente al palacio, se convierte en el epicentro con su mercado y actividades al aire libre, con puestos que ofrecen artesanías, dulces típicos y decoraciones de temporada, igual que la propia Plaza Mayor y su tradicional tour para comprar todo tipo de objetos relacionados con la Navidad. El palacio se puede recorrer en visitas guiadas.
Considerada una de las joyas del arte islámico, el gran emblema de Granada se empapa de una atmósfera especial en esta época del año, y es la excusa perfecta para quedarse embobados mirando la iluminación nocturna de los jardines y los palacios, en particular, el Patio de los Leones o los Jardines del Generalife. Al fondo, la ‘postal mágica’ que le alegra las fiestas: Sierra Nevada.
La catedral gótica y su campanario, La Giralda, se convierten en uno de los puntos neurálgicos festividades navideñas y auténticos rincones tragaturistas, por los picos de visitantes que alcanzan una vez diciembre se deja oler y tocar. La catedral suele ofrecer una programación especial, y en las calles cercanas, encontraremos varios mercados, con productos artesanales y los ya clásicos puestos de castañas.
El bosque de columnas y arcos en blanco y rojo suele adornarse con un belén que recuerda el carácter festivo de la tradición. En Córdoba, estas fechas nunca dejan indiferente al que se deja caer por la ciudad.
Hermana gemela de la visita al Palacio Real. El paseo por los puestos mientras el frío aprieta es otro de los clásicos de estas fechas, y se nota en los ríos de visitantes que abarrotan la plaza, una mezcla afortunada entre madrileños que aprovechan para comprar los primeros regalos y turistas a los que les gusta empaparse del ambiente de la ciudad en esos días. Más de 100 puestos venden adornos, figuras de belén, juguetes y otros productos de temporada. De remate, para desentumecer, un chocolate caliente en San Ginés.
Cuando llega diciembre, el museo organiza talleres y actividades dirigidas a niños y familias. Las actividades suelen girar en torno a las temáticas de las obras navideñas o las escenas religiosas de la colección. Pinturas como La Adoración de los Magos, de Rubens, o El Nacimiento, de El Greco, son la excusa perfecta para empaparse de arte sacro. Los propios productos en la tienda del museo son perfectos para dar con un regalo navideño de última hora, si estamos faltos de ideas.
La meta final de los peregrinos del Camino de Santiago es también uno los puntos más emblemáticos de Galicia cuando llega diciembre. La postal se repite: la iluminación en la Plaza del Obradoiro, para impresionar durante todo diciembre, misas especiales, actividades religiosas y un belén que ya es un clásico. La Misa del Gallo es una de las ceremonias más importantes de la temporada.
No hay Navidad en Toledo sin su banda sonora. La catedral suele acoger conciertos de música clásica y villancicos durante las fiestas, aprovechando la acústica de la nave principal del templo. Algunos conciertos son gratuitos. Otros requieren reserva anticipada debido a la alta demanda. Además, aquí se instala uno de los belenes más monumentales de nuestro país.
Para quienes quieran completar la visita, a la mano queda el paseo por el claustro iluminado para las fiestas, las vidrieras con escenas de la Natividad, y obras como la custodia de Arfe, la capilla Mozárabe o los cuadros de El Greco que la catedral conserva en su colección. Subir a la torre en temporada de nieves permite disfrutar de las vistas de Toledo cuajado de luces navideñas.