La Navidad es una época de alegría e ilusión para muchas personas, muy emocional para otras, pero marcada por el consumismo para todas. Eso hace que los mercados navideños se conviertan en una de las atracciones del momento, porque aunque no se llegue a comprar nada, pasear entre los puestos, descubriendo adornos, disfrutando de los olores de los alimentos tradicionales o de los artículos artesanales es toda una experiencia. 

El ambiente que se vive en estos mercados es diferente, se le planta cara al frío con bebidas y alimentos calientes, se escoge una figurita nueva que complete la decoración de la casa y se disfruta de cierta emoción compartida. Aunque se podría pensar por esto que todos los mercados son iguales, nada más lejos de la realidad, de hecho hay algunos que merece la pena visitar, incluso teniendo que viajar para ello. 

Estos mercados navideños se han convertido en indispensables para muchas ciudades europeas, que invitan al visitante a disfrutar de todas las actividades habituales, pero también incluir esta parada, que solo puede apreciarse en estas fechas tan señaladas. Los mercados de estas ciudades europeas tienen su propia esencia y seguro que consiguen seducir a los amantes de la Navidad.