La casa del terror más extrema del mundo existe: pagan 18.000 euros a quien la recorra entera

Hay una gran cantidad de gente en el mundo que ama las experiencias extremas. Por eso funcionan tan bien deportes de riesgo como el paracaidismo o la escalada. El ser humano muchas veces necesita emociones fuertes para generar esa adrenalina que nos la excitación que buscamos. También están ahí los parques de atracciones. Los diseñadores de montañas rusas siempre buscan superarse, porque los propios fans siempre quieren algo más extremo, algo que les lleve al límite. Y si hay algo que realmente te lleva hasta ahí, esas son las casas del terror. Aunque también haya diferentes niveles, y McKamey Manor los supera todos con creces.

Las casas del terror llevan mucho tiempo en los parques de atracciones de todo el mundo. En Madrid por ejemplo ganó mucha popularidad el Caserón del Terror del Parque de Atracciones. Acumulando leyendas truculentas, en su interior atravesabas varias habitaciones de pesadilla. Entre ellas, un manicomio, una cárcel o enfrentamiento directo con Leatherface de 'La matanza de Texas'. Terror en estado puro que tuvo su máximo apogeo en la década de los 90.

En Estados Unidos hay toda una cultura en torno a este tipo de espectáculos del horror, y entre todos ellos se lleva la palma la conocida como McKamey Manor, en Nashville, Tennessee. Regentada por Russ McKamey, es una casa del terror tan extrema que tienes que pasar por un estudio psicológico previo antes de poder entrar.

Sí, hay que estar loco para firmar las más de 40 páginas para poder acceder a la selección previa. Porque McKamey Manor se caracteriza por llevarte hasta el límite más inimaginable. Es decir, les otorgas poder para hacer contigo prácticamente todo lo que se les ocurra. Desde atravesar pasillos repletos de cucarachas o arañas, hasta nadar con caimanes, o comer y beber sin parar, vómito incluido. Incluso encerrarte en refrigeradores o jaulas. El color rojo de la sangre está presente en todo momento, y nadie aguanta más de veinte minutos. Pese a que hay un premio en metálico para el que complete la duración completa del recorrido: 10 horas de auténtica tortura, y no lo decimos de manera metafórica.

Un estudio exhaustivo de los participantes

No vale solo con ir a la entrada de la casa y comenzar las emociones fuertes. Russ McKamey quiere curarse en salud y, pese a que sabe que sus participantes van a sufrir daños tanto físicos como psicológicos (sí, hay huesos rotos, dientes extraídos…), no quiere lamentar un accidente mortal. Así que si quieres participar, tienes que conseguir entrar en un grupo cerrado de Facebook. Pero para ello, primero hay que rellenar un informe exhaustivo sobre quién eres y por qué quieres entrar en McKamey Manor.

Por supuesto tienes que tener más de 21 años (y si tienes entre 18 y 20, contar con un permiso paterno). Además, un informe médico oficial en el que se especifique que estás en tus plenas capacidades, tanto mentales como físicas. Tras ello, una investigación para comprobar que no tengas antecedentes penales, una videollamada, una prueba de que tengas seguro médico, firmar las cuarenta páginas en las que les eximes de toda responsabilidad y, el día del recorrido, pasar un test de drogas.

Curiosamente, todo ello para pasarlo mal. Para pasarlo realmente mal. Para ver algunos momentos del recorrido, hay un documental llamado "Monster Inside: America's Most Extreme Haunted House”, que aún no está disponible en España, que es el que ha levantado la atención del público. En los subforos de Reddit hay un sinfín de teorías sobre el dueño de la casa del terror, afirmando que nunca dejará ganar a nadie. Sobre todo porque el que gana, puede llevarse 20.000 dólares de premio. O que realmente la casa ya no existe, y simplemente se dedica a torturar a la gente en su jardín. De hecho, el youtuber RecklessBen está tratando de desmontar todo lo que hay detrás de la casa del terror y del propio Russ McKamey.

¿Un fraude?

Lo cierto es que desde 2020 no parece haber mucha información verídica sobre McKamey Manor, o hay varias contradicciones entre la gente que habla sobre ella. Sí que es cierto que su dueño fue acusado de intento de homicidio de su expareja, e incluso de violación. Hay multitud de cartas y firmas pidiendo la clausura de su cámara de torturas. Pero no es algo que parezca afectar al propio Russ, que sigue tratando de continuar su particular atracción.

La casa del terror más extrema cada vez está más entredicho y, pese a que su web sigue activa, todo cada vez se va enturbiando más y más, entrando en una especie de agujero negro para cualquiera que quiera saber la verdad. Lo cierto es que, en algún momento, sí que llegó a ganarse ese título honorífico. Pero después de descubrir todo lo que hay detrás de su dueño, quizá vaya siendo hora de que los dueños de estos lugares de terror extremo sean los que pasen ese estudio psicológico. 

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