Halloween 2024: ruta por los castillos ‘embrujados’ de España

España tiene una rica historia medieval, algo que se puede ver gracias a sus castillos imponentes en cada una de las regiones de nuestro país. Estas construcciones, con sus murallas desgastadas por el tiempo que en su día fueron fortalezas majestuosas, no solo guardan relatos de conquistas y batallas, sino que también han sido testigos de historias mucho más oscuras y misteriosas que se han transmitido de generación en generación.

Con el paso del tiempo, estas historias oscuras se han ido desdibujando y transcendiendo los límites de la realidad y la fantasía, dando lugar a las leyendas y relatos de fantasmas que han hecho que estos castillos se consideren lugares embrujados y poseídos por todo lo paranormal.

Estos castillos embrujados no son solo destinos turísticos por su historia y arquitectura, sino que son estas leyendas las que atraen a visitantes curiosos, investigadores paranormales y amantes de lo sobrenatural, que llegan buscando experiencias diferentes y, quizás, tienen la esperanza de vivir un encuentro con lo desconocido.

Castillo de Belmonte, Cuenca

De estilo gótico-mudéjar, fue construido en el siglo XV por la orden de Don Juan Pacheco, Marqués de Villena. Es conocido por su majestuosidad arquitectónica, este castillo tiene una historia envuelta en tragedia.

Cuenta la historia que durante la Guerra Civil Española, se convirtió en prisión y se cree que algunas de las almas que murieron allí no han encontrado descanso, por lo que vagan por sus pasillos todavía. Pero, el relato más inquietante que se ha dado en el Castillo de Belmonte, narra que un caballero fue ejecutado injustamente, y que su espíritu aparece por la noche, recorriendo cada uno de sus pasillos en busca de justicia.

Los visitantes han dejado constancia de que hay puertas que se cierran violentamente sin causa aparente, que se escuchan voces susurrando en la oscuridad y que se van avistado sombras tenebrosas. Y muchos de estos visitantes han afirmado que han visto una figura espectral envuelta en una armadura negra, y en sus ojos se podía ver la ira de este caballero que murió de manera injusta.

Castillo de Montearagón, Huesca

Este castillo fue inicialmente un monasterio fortificado que jugó un papel crucial durante la Reconquista. A lo largo de los siglos, el Castillo de Montearagón fue testigo de sangrientas batallas que han alimentado las leyendas fantasmales que lo rodean.

Los relatos que más se escuchan son sobre los monjes que habitaron el castillo en su época como monasterio. Algunos de estos clérigos murieron de manera trágica y, se dice que, sus almas aún deambulan por los pasillos.

Los visitantes cuentan que han podido escuchar cánticos gregorianos provenientes de la capilla de la fortaleza, aunque no había nadie allí. Y, en las noches más oscuras, algunos valientes afirman haber visto la figura de un monje vagando por el patio con una mirada fija y angustiada. Asimismo, se afirma que en las criptas, lugar donde se encuentran los restos de algunos de estos monjes y habitantes del castillo, se siente un frio inexplicable.

Castillo de Almodóvar del Río, Córdoba

Este castillo, de origen musulmán, fue reconstruido a comienzos del siglo XX y jugó un papel clave en la historia de Al-Ándalus. Esta impresionante fortaleza guarda innumerables historias y leyendas, pero la más sonada es la de la “Encantá”.

Esta leyenda cuenta la historia de Zaida, la esposa del príncipe Fath-Al-Mamun que decidió enviarla al Castillo de Almodóvar del Río con la intención de protegerla. Esta protección no duró mucho, ya que los almorávides asediaron la ciudad. Se dice que Zaida, sintió que su marido había muerto en la batalla. Sin necesidad de que nadie confirmara la noticia, la princesa entró en una profunda depresión, dejando de comer y beber, y manteniéndose encerrada todo el día, hasta que, finalmente, murió por inanición.

Dicen que durante la reconstrucción de la fortaleza, los obreros contaban la historia de que habían avistado a una dama vestida de blanco, triste y convertida en sombra. Sus lamentos, gritos y sollozos invadían por completo el lugar, haciendo que los obreros se negaran a trabajar de noche allí.

Castillo de Manzanares el Real, Madrid

Este imponente castillo, a tan solo unos kilómetros de Madrid, es uno de los mejor conservados. Conocido también como el Castillo de Mendoza, es una joya arquitectónica que está rodeado de leyendas que han perdurado a lo largo de los siglos transmitiéndose de generación en generación.

La más conocida es la leyenda del fantasma de Maricantina, y es que cuenta la historia que el Marqués de Santillana, uno de los miembros más ilustres de la familia Mendoza, se enamoró de una humilde pastora. Debido a la diferencia de clases, este amor estaba destinado al fracaso y Maricantina, destrozada por el desamor murió de tristeza. Desde entonces, se cuenta que su espíritu vaga por los alrededores del castillo asustando a los niños del pueblo.

Castillo de Cardona, Barcelona

El Castillo de Cardona, construido en el siglo IX, se ha convertido en un Parador Nacional de Turismo y está rodeado de numerosas leyendas e historias que son un aliciente para sus curiosos visitantes.

La leyenda que rodea este castillo habla de Adalés, la hija de los duques de Cardona. Ésta era una chica muy devota, tanto que quería entrar en un convento. Un día, los duques en busca de un aliado comercial, invitaron a un príncipe musulmán llamado Abdalà. Adalés quedó prendada por los encantos del príncipe. Ambos se enamoraron. Los amantes, que empezaron a tener encuentros al abrigo de la noche, fueron descubiertos por el hermano de Adalés. El castigo que tuvo la doncella fue quedar a la merced de Dios: la encerraron en la torre del castillo para ver si éste la perdonaba. Adalés murió presa en la torre más alta de amor y pena. Su amado intentó suplicar por su vida, pero no sirvió de nada. Así que, éste entro en el castillo, sin pedir permiso al señor de Cardona, y sin oponer resistencia murió a manos de los guardias.

Se cuenta que, desde entonces, un espíritu vaga por el castillo. No se sabe muy bien si es el de la doncella o el del príncipe. Y en una de sus habitaciones, la 712, es donde ocurren cosas más espeluznantes. Incluso las limpiadoras del Parador se niegan a ir solas a dicha habitación ya que se escuchan ruidos y presencias extrañas e incluso, han afirmado que los muebles se movían solos. Esta habitación permanece cerrada, aunque sí que se puede reservar bajo petición expresa.