El mar es mágico para muchas personas, por eso siempre que pueden se escapan para pasar unos días en la playa y, si el tiempo o la estación del año acompañan, darse un baño refrescante, relajante y reconfortante. La mezcla de mar y arena parece la combinación perfecta para la gente que disfruta pasando sus días, dejando que la brisa de la orilla acaricie su piel y le dé un toque salado.
Un momento irrepetible, que sería ideal poder disfrutar en solitario o con la gente a la que queremos, pero que en ocasiones tenemos que compartir con otros muchos visitantes que no siempre comparten nuestra idea de relax, que en ocasiones tienen conversaciones en un tono de voz más alto del que nos agrada, que discuten cuando nosotros buscamos tranquilidad o escuchan música que nosotros nunca pondríamos por voluntad propia.
Podemos aceptarlo y adaptarnos, algo que no siempre es un mal plan, al fin y al cabo uno de los extras de las vacaciones es salir de la rutina y de nuestra zona de confort, o también podemos escoger con más cuidado el destino, por ejemplo, seleccionando una de las playas que hay en España y en las que el acceso es un poco más complicado. Es más difícil llegar a ellas, por lo que esperamos encontrar menos gente.
Playas de España a las que no es fácil llegar
Playa del Silencio en Castañeras. En Asturias siempre hay cosas que hacer, por lo que si la playa no es lo tuyo, estarás entretenido, pero si lo que buscas es un lugar especial y que te robe el corazón, esta playa puede conseguirlo. Solo se puede acceder a ella desde un paso peatonal y bajando unas empinadas escalera, así que ojo con el calzado que escoges.
Playa de Azkorri en Getxo. De arena fina y oscura, el entorno natural que la rodea hace que la visita merezca la pena, incluso si el baño no es una posibilidad en ese momento. Las rocas son abundantes y el acceso no es sencillo, a través de una empinada y asfaltada rampa.
Cala Pilar en Menorca. Si algo tiene Menorca, son calas para descubrir y donde disfrutar de aguas que nos hacen darnos cuenta de que estamos en el paraíso. Esta playa no es fácil de encontrar, pero el esfuerzo lo merece. Tendrás que caminar durante una media hora desde el lugar en el que tienes que dejar el coche hasta poder poner tu toalla en la arena, así que acuérdate de este detalle para organizar la vuelta.
Playa de los Muertos en Almería. Se dice que a esta playa llegaban los cuerpos de los marineros que perdían la vida en el mar, de ahí el truculento nombre que tiene. Esta es una playa conocida, pero eso no hace que llegar hasta ella sea más sencillo o más rápido. El camino más corto tiene un gran desnivel, otro que es más largo y un tercero con escaleras desiguales. Opciones no faltan.
Cala Sonreiras en Coruña. En esta zona de acantilados se esconden pequeñas playas en las que aislarse del mundo, aunque para eso hay que llegar. En este caso, desde los miradores de la parte alta de los acantilados hay escaleras para llegar a esta playa. Un rincón donde desconectar y disfrutar.