Los paisajes paradisiacos están para descubrirlos y vivirlos, pero también para compartirlos a través de las redes sociales si eso es lo que quieres, al fin y al cabo, esta es otra manera de crear recuerdos y compartirlos con los más cercanos. También de ayudar a otras personas a escoger sus futuros destinos vacacionales, todos queremos estar en lugares que nos dejen sin aliento.
Sucede con calles, rincones y cafeterías, con trozos de bosques y viviendas, y por supuesto las playas no son menos. Algunas de ellas se han convertido en el lugar perfecto para desconectar de todo, salvo de Instagram, donde se pueden compartir esas instantáneas que hacen que los demás quieran sumarse a la experiencia de estar en un lugar así.
Porque hay algunos lugares que merece la pena ver, pero también fotografiar, por lo menos hasta que se llenen de gente que ha tenido la misma idea que nosotros y sea imposible conseguir una fotografía digna de redes sociales sin tener que borrar al resto de las personas con un programa de edición.
Las calas más instagrameables de Europa
Hay lugares que son más instagrameables que otros, y estas calas europeas destacan por una belleza que hay que compartir.
Cala Macarella, Menorca. La belleza de Menorca es innegable y quedarse solo con una de sus calas, casi imposible. Sin embargo, Cala Macarella tiene un lugar especial en el corazón de los amantes de la belleza, gracias a sus aguas turquesas, su arena fina y las zonas verdes que la rodean. Imposible no querer un recuerdo de este rincón.
Cala Goloritze, Cerdeña. Este es un lugar protegido y de difícil acceso, solo se puede llegar a través del mar, pero el esfuerzo merece la pena. Un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza y el relax.
Cinque Terre, Italia. Convertida en escenario de la película Luca, Cinque Terre vivió hace un tiempo un gran auge, que se ha consolidado al descubrir la belleza de la zona. Un pueblo de colores sobre un acantilado imposible… sin duda dan ganas de sacar la cámara.
En-Vau, en Cassis, Francia. De acceso regulado, si estás por la zona de Marsella, la Calanque d'En Vau es de visita obligada. Está considerada una de las más bellas de la zona, gracias a sus aguas cristalinas rodeadas de altos acantilados.
Isla de Sylt, Alemania. Acantilados, brezales, dunas y marismas son protagonistas en una isla que se ha convertido en una de las favoritas de las clases altas para pasar sus vacaciones. Paisajes que llenan de paz y casi cortan la respiración.
Ksamil, Albania. Situada en la Riviera albanesa, Ksamil está casi en la frontera con Grecia, por lo que comparte la belleza de ambos lugares. Cuatro islas bañadas por aguas turquesas y que invitan al viajero a sacar la cámara para inmortalizar la riqueza natural del lugar. Playas de arena blanca y fina, aunque la mayoría de ellas son privadas.
Maspalomas, España. Regresamos a España, donde hay tantas playas para escoger, pero en esta ocasión, Canarias nos regala Maspalomas, un desierto de dunas que cautiva al visitante y que llenará de likes sus redes sociales.
Rincones especiales que se quedarán en tu memoria (y en tus redes) para siempre.