Los menores se cuelan en las redes sociales: cómo deben actuar los padres

Los menores no solo tienen grupos privados de whatsapp, con contenidos pornográficos, a veces entre amigos, pero también con desconocidos. El problema se complica cuando se cuelan en las redes sociales, aunque la edad legal para tener una cuenta es de 14 años, hay muchos que con 11 o 12 ya tienen una vida virtual que los padres ignoran.

A partir de los 14 años, los menores pueden tener su propia cuenta en servicios como: Twitter, Instagram, TikTok, Twitch. WhatsApp pone el listón más alto y requiere al menos 16 años, pero todos sabemos que todas esan normas se incumplen sistemáticamente.

Mienten para conseguir tener un perfil, porque estas plataformas no exigen un documento para acreditar la edad y por otra parte, muchos padres no aguantan la presión de sus hijos y consienten sin entender los peligros de esta decisión. 

Cualquier menor con conocimientos básicos de internet puede acceder a las redes sociales o usan la de otro amigo mayor o crean una cuenta falseando los datos sin que los padres se enteren, pero los padres tienen la obligación de proteger y educar a sus hijos, también en el mundo virtual, dándoles las herramientas para que puedan desenvolverse sin riesgos.

 Educar a los menores en el uso "consciente y crítico" de las redes sociales, como TikTok es un trabajo que implica a familias y profesores, quienes también deben adquirir las competencias digitales necesarias para poder acompañar a sus menores y adolescentes en su vida digital generando hábitos saludables.

Muchos padres desconocen las posibilidades de estas plataformas, su gestión y piensan que por 'prestarles' su perfil a sus hijos e impedirles que suban vídeos ya están seguros.

Todo lo que los padres deben enseñar a sus hijos antes de que comiencen a usar internet

Los expertos recomiendan enseñar a los menores a protegerse en internet. Darle acompañamiento en la creación de una cuenta cuando tengan la edad adecuada para ello enseñándole a activar la herramientas de privacidad; Los padres pueden enseñar a sus hijos a bloquear o ignorar a las personas en las redes sociales, así cómo a reaccionar cuando algo los haga sentir incómodos.

Otro consejo es poner pautas de uso de las redes y chats: Establecer unos límites sobre los sitios que pueden usar y por cuánto tiempo, así como los contenidos y temas que pueden o no publicar o compartir.

Es importante que los padres hablen a sus hijos sobre los peligros que existen en internet o en la interacción con desconocidos en redes sociales alertando a los menores de que las personas pueden no ser quienes dicen ser, además de los riesgos de chatear con extraños o peor aún de citarse para conocerlos.

No se puede dar un dispositivo móvil a un menor sin supervisar qué uso hace y advertirlo de no compartir su contraseña, ni sus datos privados, como su nombre completo, o la dirección de su colegio o instituto. También se le debe prohíbir el uso de cámaras con desconocidos o supuestos amigos virtuales.