El Camino de Santiago es fuente de cultura, riqueza, devoción religiosa y, por supuesto, humanidad. Y así lo lleva siendo durante doce siglos, es decir, desde que la peregrinación hasta la tumba de Santiago el Mayor, apóstol de Jesús de Nazaret, se convirtiera en una de las tres más importantes del cristianismo.
En la actualidad la motivación religiosa ya no es única y se ha convertido en todo un reclamo turístico. No en vano, se explotan numerosas rutas que llevan hasta la capital gallega a todos aquellos que deciden caminar hasta Compostela con el objetivo de brindar su peregrinaje al patrón de España y a quien ya en la Edad Media los ejércitos cristianos se encomendaban para tener buena fortuna en la batalla.
Y es que, a lo largo de los caminos que llevan a Santiago podemos encontrar numerosos tesoros arquitectónicos que dan una buena muestra de la importancia que adquirieron las localidades que se encontraban al paso de los peregrinos.
Tesoros arquitectónicos del Camino de Santiago Francés
Dado que enumerar las principales construcciones de las diferentes rutas jacobeas resulta complicado, nos vamos a centrar en los tesoros que se pueden hallar en el llamado Camino Francés, ya que siempre fue el más popular y el que mejor conectaba las tierras cristianas de la Península Ibérica con el resto de Europa. A continuación se apuntan diez especialmente destacados, aunque, como se puede adivinar, hay muchos más.
Real Colegiata de Roncesvalles. Situada en el Pirineo navarro, esta iglesia de estilo gótico francés fue fundada en el siglo XII. Desde entonces es un importante punto de peregrinaje en el Camino de Santiago, pues llega después de cruzar las montañas. En su interior alberga tesoros artísticos como la imagen de la Virgen de Roncesvalles y un magnífico claustro. Además, su ubicación en el mítico escenario de la Batalla de Roncesvalles la convierte en un lugar cargado de leyendas.
Puente románico de Puente de la Reina. No cabe duda de que los puentes tienen un simbolismo especial cuando se trata de construir caminos. Y el de Puente de la Reina, levantado en el siglo XI, además destaca por su elegante estructura de piedra con seis arcos apuntados, facilitando así el paso del río Arga. Este puente no solo es un testimonio de la arquitectura medieval, sino que también simboliza la unión de las dos principales rutas jacobeas, la francesa y la aragonesa, que se unen en esta localidad.
Monasterio de Santa María la Real de Nájera. Fundado en el siglo XI por el rey García Sánchez III, este monasterio riojano mezcla estilos gótico, renacentista y barroco, reflejando así la evolución arquitectónica a través de los siglos. Especial mención merece su iglesia con su imponente claustro de los Caballeros, el panteón real y la cueva donde, según la leyenda, fue hallada la imagen de la Virgen.
Catedral de Burgos. Una de las catedrales más bonitas no solo de España, sino del mundo. Se la considera una auténtica joya del gótico español cuya construcción fue iniciada en 1221 y completada en el siglo XVI. Famosa por sus imponentes agujas y por el cimborrio sobre el crucero, la Catedral de Burgos es Patrimonio de la Humanidad y, sin lugar a dudas, una parada obligatoria en el Camino de Santiago para todo aquel que desee deleitarse con su majestuosidad.
Iglesia de San Martín de Fromista. Construida a mediados del siglo XI, esta joya románica palentina destaca por su pureza y simplicidad arquitectónica. Hay que reseñar especialmente sus capiteles decorados con escenas bíblicas y fantásticas, así como su cimborrio octogonal.
Catedral de León. Si la de Burgos es imponente, la Catedral de León, conocida como “Pulchra Leonina”, no se queda atrás. A su impresionante estilo gótico hay que sumarle su espectacular extraordinaria colección de vidrieras. Este templo cristiano fue construido entre los siglos XIII y XIV y también es una parada esencial en el Camino de Santiago.
Palacio Episcopal de Astorga. Mucho más cercano en el tiempo, este bello edificio fue diseñado por el célebre arquitecto Antoni Gaudí, destacando por su singular estilo modernista y su integración con el entorno histórico de la ciudad –se asienta junto a la catedral–. Construido entre 1889 y 1915, sobre él hay que apuntar el uso de piedra gris de la región y que parece salido de un cuento.
Castillo de Ponferrada. Esta fortaleza templaria es uno de los castillos más impresionantes y mejor conservados de España. Fue construido entre los siglos XII y XIV, y su ubicación estratégica permite controlar la confluencia de los ríos Sil y Boeza. Su muralla, torres y patio de armas son realmente esplendorosos.
Monasterio de San Julián de Samos. Situado en Lugo y fundado en el siglo VI, es uno de los monasterios benedictinos más antiguos y grandes de España. Su arquitectura combina estilos románico, gótico, renacentista y barroco, mientras que su claustro grande es uno de los más amplios de España.
Catedral de Santiago de Compostela. La parada final, el lugar donde descansan los restos del apóstol Santiago para la Cristiandad. El estilo de esta grandiosa catedral es románico, destacando especialmente el Pórtico de la Gloria. Eso sí, la fachada del Obradoiro es barroca así como otros elementos de un templo que sigue siendo uno de los grandes pilares de la cristiandad, toda vez que en su interior se halla la cripta del propio apóstol.