¿Cómo es el protocolo de seguridad de los parques de atracciones?
Este protocolo de seguridad abarca diversas áreas para siempre minimizar las repercusiones que puedan surgir por cualquier problema
Se requiere una formación exhaustiva y continua del personal, mantenimiento riguroso y planificación meticulosa para la gestión de emergencias
Accidentes en parques de atracciones que causaron heridos e incluso víctimas mortales
El protocolo de seguridad en los parques de atracciones es una plan complejo y detallado diseñado para proteger a todos los visitantes del recinto, garantizando con ello que su experiencia sea no solo emocionante sino, además, también segura. Este protocolo abarca diversas áreas para siempre minimizar las repercusiones que puedan surgir por cualquier problema, y además del propio comportamiento del personal y las directrices que estos nos den, la seguridad en un parque de atracciones abarca desde el diseño y fabricación de las atracciones hasta su operación diaria, el entrenamiento del personal, y la educación de los visitantes sobre prácticas seguras.
Cómo actuar cuando hay un fallo en una atracción
MÁS
Cuando ocurre un problema en una atracción o sucede algo inesperado en un parque de atracciones, se activan una serie de protocolos de acción específicos, diseñados para garantizar la seguridad de todos los visitantes y personal del propio parque.
El primer paso en caso de un fallo en una atracción, es la evacuación segura de los visitantes. El personal del parque está entrenado para dirigir esta evacuación de manera calmada y organizada, asegurando que todos los visitantes salgan de la atracción de forma segura.
Una vez evacuada la atracción, se realiza una inspección detallada para identificar la causa del problema. Los técnicos especializados evalúan lo ocurrido y realizan las reparaciones necesarias con la atracción parada. Ninguna atracción vuelve a estar en funcionamiento hasta que no se haya asegurado completamente su seguridad.
En función de la gravedad del problema, se puede notificar a las autoridades reguladoras pertinentes. Esto es parte del compromiso de transparencia y cumplimiento de los estándares de seguridad.
Protocolos ante situaciones inesperadas
Lo primero que hay que saber es que los parques de atracciones cuentan con personal médico listo para responder ante cualquier emergencia de salud. Estos equipos están equipados para proporcionar primeros auxilios y, si es necesario, coordinar el traslado al hospital más cercano.
En el caso de situaciones de seguridad, como la presencia de un objeto sospechoso o comportamiento disruptivo por parte de un visitante, el parque activa protocolos específicos que incluyen la intervención del personal de seguridad, el aislamiento de la zona afectada y, si es necesario, la evacuación de áreas del parque que puedan estar afectadas.
Durante todo el proceso de emergencia, la comunicación efectiva es clave independientemente de la gravedad de cualquier incidente. Los parques utilizan sistemas de anuncios públicos, señalizaciones y, en algunos casos, redes sociales o aplicaciones móviles para informar a los visitantes sobre la situación y proporcionar instrucciones claras.
Cuando se pueda dar por finalizada la gestión de una situación inesperada, los parques de atracciones tienen que llevar a cabo una revisión detallada del incidente para identificar áreas de mejora. Esto puede incluir ajustes en los protocolos de seguridad, capacitación adicional para el personal o mejoras en la infraestructura del parque.
Todos estos protocolos son fundamentales para la operación segura de los parques de atracciones y se basan en un compromiso inquebrantable con la seguridad de los visitantes y el personal. La implementación efectiva de estos procedimientos requiere una formación exhaustiva y continua del personal, mantenimiento riguroso de las atracciones y una planificación meticulosa para la gestión de emergencias. La seguridad en los parques de atracciones es un esfuerzo continuo que permanece en constante evolución para poder afrontar nuevos desafíos y, con ello, garantizar que la diversión nunca se vea empañada por posibles preocupaciones de seguridad por parte de los visitantes.