En la edición del pasado verano, el Mad Cool se hizo viral en redes por la mala organización del mítico festival de conciertos. Más allá del cartel - que contaba con artistas de la talla de Sam Smith o Robbie Williams - y de la cantidad de influencers que aprovechan el evento para lucirse en la nube, hubo numerosas quejas por las "colas interminables" que se generaron a la entrada del recinto, situado, por primera vez en lo que será la Ciudad de la Música de Villaverde.

El ayuntamiento de Madrid decidió llevar allí el festival para que éste pudiera expandir su propia infraestructura, con 200.000 metros cuadrados disponibles para recibir a los miles de asistentes, nacionales y extranjeros, con mucha más comodidad. Sin embargo, los atascos para acceder al terreno generaron situaciones de peligrosidad en la carretera y, en plena ola de calor, las colas en los baños no ayudaron a paliar los efectos de las altas temperaturas que se registraron en la capital el pasado mes de julio.

En ese contexto, el mensaje que ha puesto la cuenta oficial de Instagram del festival ha generado serias dudas de que se vaya a celebrar el año que viene. "Nos vemos en 2005", versa el texto publicado, acompañado de una fotografía con la mítica noria en la que todos los asistentes se hacen la foto reglamentaria. En el cuerpo de la publicación, añaden que darán "más información pronto" y, como era de esperar, el anuncio ha generado un sin fin de comentarios.

La mayoría de ellos apunta a que el motivo de la posible cancelación sería la "falta de la existencia de un recinto adecuado" para la celebración del festival hasta ahora celebrado con éxito en Valdebebas. Ésta fue justo la causa que acreditó el Primavera Sound para retirarse de los carteles del 2024. En 2023, dicha cita musical se trasladó de Barcelona a Madrid por primera vez, y las lluvias generaron tal caos en Arganda del Rey que muchos conciertos fueron cancelados o trasladados de emergencia. Por ello, la organización del Primavera decidió no volver a ofertarse en Madrid hasta encontrar una ubicación con unas condiciones y accesibilidad viables.

Este año ha sido, por tanto, una temporada negra en las celebraciones de los festivales en la capital, con la cancelación de última hora del Reggaeton Beach Festival como la decisión más polémica de todas. Con apenas tres días de antelación y todas las entradas vendidas, la Comunidad de Madrid decidió suspender el evento por no poder ofrecer "condiciones de seguridad" a los futuros asistentes, citados en el Iberdrola Music, el mismo recinto que, después, fue un desastroso embudo para los madcoolers.