¿Los coches pierden caballos con altas temperaturas?

En verano tendremos problemas para conseguir la misma potencia en nuestro coche
  • El aire más caliente que hay con altas temperaturas influye en el volumen de oxígeno y la calidad de la mezcla, provocando pérdidas de varios caballos de potencia.

  • Otro elemento presente cuando suben las temperaturas, el aire acondicionado, aunque opcional, también puede reducir la potencia del vehículo hasta en 15 CV.

  • ¿Cuántos puntos del carnet de conducir se pueden perder en un día?

La primavera ya está a la vuelta de la esquina y eso significará un aumento considerable de las temperaturas, lo que no solamente sentiremos caminando por la calle, sino que también tiene varios efectos en nuestro vehículo. Uno de ellos tiene que ver con la pérdida de potencia en nuestros coches, que pierden caballos cuantos más grados marca el termómetro.

Motivos mecánicos para la pérdida de caballos

Se considera que cuando suben las temperaturas y estas superan los 35ºC, se pueden llegar a perder hasta 5CV de potencia, una cifra que se puede incrementar hasta los 15CV en los motores turbo. El motivo por el que nuestro vehículo es susceptible al calor y esto se traduce en una pérdida de potencia tiene que ver con el proceso de combustión de los coches. Como sabemos, el motor necesita de aire del exterior para introducirlo en los cilindros y que de esta forma se pueda producir el quemado del combustible que se ha repostado.

Cuando han subido las temperaturas, el aire del exterior evidentemente también está más caliente. Esto se traduce en que el aire que entra a los cilindros tiene una menor proporción de oxígeno. Los gases fríos son más densos, con más oxígeno por volumen, mientras que el aire caliente causa lo contrario. De esta forma, con menos oxígeno por la misma cantidad de aire introducido, la mezcla de aire y combustible no se quema con la misma facilidad que en temperaturas más bajas.

Como decíamos anteriormente, en los casos de motores turbo o con compresor de aire (sobre todo en casos en los que no lleven intercooler), como necesitan más aire para funcionar, están más afectados por el menor volumen de oxígeno cuando hay bajas temperaturas. Por tanto, con todos estos condicionantes producidos por el aumento de temperatura, se queda bastante lejos de conseguir la llamada mezcla estequiométrica, a grandes rasgos la mezcla con la proporción ideal entre aire y combustible.

Este proceso peor de quema de aire y combustible no solamente tiene su efecto en la pérdida de potencia debido a una mezcla más pobre, sino que también afecta al consumo de combustible. Concretamente, se estima que con temperaturas de más de 35ºC, el consumo de nuestro vehículo puede incrementarse hasta en un litro extra cada 100 kilómetros de recorrido.

Igualmente, cuando la temperatura exterior aumenta, el sistema de refrigeración del vehículo también tiene más trabajo por delante para conseguir que el motor no supere las líneas rojas de la temperatura óptima de funcionamiento (entre 85ºC y 95ºC) y se produzca un sobrecalentamiento de la unidad motriz. Cuando se circula con temperaturas altas, el electroventilador tiene que actuar más para mantener el rango idóneo de temperatura de motor, lo que también se traduce en una pérdida de unos 2CV más. Afortunadamente, para este caso concreto el aumento en el consumo de combustible es prácticamente inexistente.

Los conductores poco podemos hacer para paliar estos efectos. De sentido común es tratar de evitar conducir en las horas más calurosas del día, lo que no solamente supondrá un alivio para nuestro vehículo al no exigir demasiado a nuestro motor, sino que también nos hará evitar riesgos para nuestra salud y posibles problemas de salud relacionados con golpes de calor que puedan causar un accidente. A nivel mecánico, es fundamental tener en buenas condiciones el filtro del aire del motor, para que pueda entrar la mayor cantidad de aire limpio y no suba mucho la temperatura del motor, o las bujías, que son las piezas encargadas de producir el encendido de la mezcla entre combustible y oxígeno en los cilindros.

El aire acondicionado tampoco ayuda

Aunque no es condición indispensable para conducir en verano, es recomendable aumentar el confort del habitáculo usando el climatizador cuando suben las temperaturas. Cuando encendemos el aire acondicionado, también tiene su reflejo en una pérdida de caballos de potencia, que se sumarían a los que ya hemos perdido por los motivos anteriores.

El compresor que introduce ese aire frío en el interior del vehículo para refrigerarlo, es dependiente del motor, ya que se acopla al giro del motor y aprovecha su movimiento para poder funcionar. Cuando esto sucede, como el motor tiene que repartir su fuerza entre más elementos, se produce una reducción en la fuerza que es capaz de transmitir a los elementos rodantes. Las estimaciones calculan la pérdida de caballos por el aire acondicionado entre 5 y 15 CV. Además, gastará entre un entre un 5 y un 20% más de combustible.