Desde el pasado 2017, las autoridades francesas comenzaron a habilitar un nuevo y polémico sistema de regulación de infracciones de tráfico: el operar radares a bordo de coches privados. Un sistema que, aunque pueda sorprender al resto de conductores europeos, está resultando de lo más útil para la Sécurité Routière, el equivalente a la DGT en Francia.
Así, en 2024 ya se calculaba que, en el país vecino, están operando cerca de 400 radares instalados en vehículos privados; cuyos conductores se sacan un sobresueldo a base de registrar y denunciar las infracciones -principalmente, de exceso de velocidad, pero no sólo esas- de otros usuarios de la vía.
No todos los conductores pueden actuar como ‘coches radar privados’. De hecho, los conductores que lo están haciendo han sido previamente contratados por cuatro empresas privadas que han alcanzado un acuerdo con las autoridades francesas. Ellas son quienes, en última instancia, no sólo firman las sanciones para que tengan validez legal; sino también las que se encargan de instalar y homologar los radares en los vehículos privados.
Por su parte, estas empresas solicitan varios requisitos a aquellos conductores interesados en operar un radar camuflado en su coche. De entrada, sólo podrán optar a este ‘trabajo’ aquellos automovilistas galos que de los 12 puntos de carnet que, como máximo se puede tener en Francia, mantengan al menos 10 de ellos.
Asimismo, también requieren a los interesados un tiempo mínimo de experiencia en conducción o en trabajos relacionados con el mantenimiento del orden y la seguridad privada. Pero lo principal es que deben estar disponibles para trabajar en cualquier horario: esto es, cualquier día de la semana, incluidos fines de semana y festivos; y en cualquier horario o bajo cualquier tipo de condiciones climatológicas.
A cambio, estos conductores que, de media, ‘trabajan’ unas cinco o seis horas diarias; reciben un salario neto que oscila entre los 1.500 y 1.800 euros mensuales, dietas aparte.
Pero ojo, este salario únicamente se les retribuye por las horas que hayan recorrido ‘de servicio’ -normalmente, y en una jornada, estos conductores recorren entre 300 y 500 kilómetros diarios-, nunca por el número o tipología de sanciones que los radares situados en sus coches hayan impuesto.
Las autoridades francesas no han publicado datos acerca de las infracciones sancionadas por los radares operados por conductores privados, pero la idea debe resultarles bastante efectiva y/o lucrativa, puesto que de cara a 2025, existen planes para aumentar la cantidad de radares instalados en coches particulares a 550 de estos dispositivos.
Además, estos vehículos privados que, hasta la fecha, únicamente circulaban por determinados departamentos o regiones de nuestro país vecino, también ampliarán su presencia a más departamentos.
Ahora bien, y aunque estos vehículos privados con radares instalados son prácticamente indetectables, ya que carecen de cualquier señal que los diferencie del resto; los conductores franceses se han organizado para tratar de identificarlos.
De esta forma, en esta web se proporcionan detalles sobre los departamentos en los que circulan estos vehículos pero, sobre todo, información sobre los modelos que incorporan estos radares y sus matrículas. Tan sólo hay que seleccionar el departamento de Francia del que busquemos información y encontraremos una lista de matrículas de los ‘coches-radar’ avistados por otros conductores recientemente en esa región.
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