En carretera la seguridad es importante, cumplir con las normas marcadas puede salvar vidas, pero no todo el mundo quiere hacerlo, probablemente convencidos de ser capaces de reaccionar a tiempo ante cualquier contratiempo o porque están muy seguros de que ese tipo de situaciones solo les suceden a otras personas y ellos no serán quienes tengan que enfrentarse a ellas.
Por el motivo que sea, es bastante habitual buscar trucos y maneras de burlar radares y controles, muchos de ellos colocados para disuadir a los conductores de saltarse esas normas, aunque también algunos de ellos tengan como finalidad multarles, añadiendo un motivo extra para que cumplan las normas. No solo te están viendo hacer las cosas mal, también tendrás que pagar por haberlo hecho.
Entre los muchos sistemas que se han creado para evitar radares y controles, el ‘método Gallego’ parece estar triunfando y convirtiéndose en todo un quebradero de cabeza para las autoridades, que ya se encuentran trabajando para encontrar la manera de frenar este sistema de alerta para evitar radares móviles y controles.
Este nombre se le puso porque esta técnica alcanzó gran popularidad en las carreteras españolas en 2024, sobre todo en Galicia. Se trata de un sistema a través del que los conductores se intercambian la información sobre la posición de estos radares y controles, empleando aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Telegram. Grupos que les mantienen informados sobre dónde están los puntos de control y de este modo evitan ser multados.
Estos avisos pueden poner en riesgo el éxito de una operación y, si bien no es ilegal reducir la velocidad para evitar ser multado, alertar al resto de conductores para que eviten ser multados puede hacer que otros conductores no respeten las medidas de seguridad, poniendo en peligro a otras personas con las que se comparte carretera.
Formar parte de estos grupos de intercambio de información tampoco es ilegal, por lo que luchar contra ellos no es una tarea sencilla. Sí que se considera infracción grave usar imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad Ciudadana, pero no siempre se emplean imágenes en esos grupos, por lo que tampoco es suficiente para detenerlos. La Dirección General de Tráfico (DGT) optó por sancionar a quienes los administran, para así atajarlos desde el origen.
Este ‘método gallego’ puede parecer una forma sencilla de evitar radares para los conductores, pero las autoridades ya están poniendo todas las herramientas que tienen a su alcance para poder atajarlo, porque desde hace bastante tiempo se enfrentan a ello y es algo que no quieren que continúe creciendo.
La efectividad de los controles de velocidad se ve comprometida cuando se alerta de su posición y pierden el carácter preventivo que tienen si los conductores conocen su situación, sobre todo en el caso de los controles en lo que también se evita que conductores que han consumido alcohol o drogas puedan seguir circulando porque han sido detectados.