No hay duda de que los meses de verano suelen ser los elegidos por la mayoría de los trabajadores para disfrutar de sus vacaciones. Y tampoco la hay de que el principal medio de transporte para desplazarse es el automóvil –de lo contrario, la DGT no organizaría las famosas “operaciones salida”–.
Esta gran afluencia de vehículos provoca que se repitan algunos incidentes en los viajes por carretera, los cuales conviene tener siempre en mente para evitarlos en la medida de lo posible.
La aplicación de aparcamiento Parclick ha hecho recientemente una encuesta entre conductores españoles en la que queda claro que el principal imprevisto en los viajes por carretera es “quedarse tirados” (el 61 % de los encuestados así lo cree), es decir, que el automóvil no esté en condiciones de seguir circulando. Esto puede deberse a quedarse sin carburante, lo que además supondrá una multa para el conductor –y no valdrá como excusa el precio elevado de la gasolina o el gasóleo– o a que exista algún fallo mecánico –es lo más común–.
Entre los fallos mecánicos más habituales, hay que señalar los siguientes:
Por otra parte, las nuevas tecnologías han ayudado mucho a la hora de no perderse en los viajes por carretera, ya que en cualquier teléfono hay un GPS. Sin embargo, se puede dar el caso de quedarse sin batería y no saber por dónde ir. Así lo expone la encuesta anteriormente citada, donde un 34 % de los conductores aseguraron haber experimentado ese problema. Ni que decir tiene que contar con un cargador de móvil o con un mapa en formato físico ayudará a sortear este imprevisto.
Otro de los problemas más habituales en el momento de hacer un viaje por carretera es toparse con algún fenómeno climatológico extremo. El hecho de viajar en verano suele ir aparejado con el buen tiempo. Sin embargo, resulta conveniente informarse sobre las predicciones meteorológicas, ya que, por ejemplo, una tormenta de grandes magnitudes puede convertir el desplazamiento en un infierno.
Estos son solo algunos de los imprevistos más habituales, más allá de los que se puedan producir por un estilo de conducción inadecuado. La mayoría de ellos se pueden prevenir. Por ello, la DGT avisa de las precauciones que han de tener presentes al preparar un viaje: