En la moda, los colores marcan las tendencias, pero conviene saber cuáles son los que nos favorecen, porque escoger un color poco adecuado puede hacer que nuestro estilismo desluzca. Por el contrario, encontrar esos colores que nos favorecen pueden hacer que nos veamos, más guapos, más elegantes y nos ayuden a sentirnos mejor. Además, los colores que escogemos pueden ser una manera de dejar ver parte de nuestra personalidad.
Esto puede suceder en cualquier faceta de nuestra vida, no solo a la hora de vestirnos, aunque es lo más evidente. A la hora de escoger un coche también podemos dejar ver parte de cómo somos al seleccionar el color que queremos, sobre todo porque en este caso ni nos resalta ni nos favorece. El color del coche es una elección personal que se basa en nuestros gustos y que refleja nuestra forma de ser, incluso de una manera inconsciente.
Hay muchas ocasiones en las que la selección del color del coche es más una cuestión práctica que de gustos, por ejemplo, si pueden entregarlo antes por escoger un color u otro. Aunque en este caso no es el color el que habla de nosotros, este tipo de decisiones también refleja nuestra personalidad.
Cada color está asociado con determinada forma de ser y comportamientos y quererlo para nuestro coche dice mucho de nosotros y a veces no es lo que pretendemos. Colores como el negro y el rojo se asocian con personalidades extrovertidas, personas que buscan destacar y que son un poco competitivos, en general se asocia con conductores seguros al volante. Mientras que el negro se suele relacionar con la elegancia, el rojo tiende más a la pasión, lo que hacer pensar en una conducción más agresiva.
Se suele considerar más pragmáticos, organizados y prácticos a quienes escogen el blanco para sus vehículos. Los coches de color gris o plateado se asocian a personas que son capaces de mantener la calma en situaciones de estrés y si has seleccionado un coche de color beis, es probable que seas una persona un tanto tímida.
Por otro lado, están las personas que escogen colores llamativos para su coche, como los que se decantan por un amarillo, que suelen asociarse más con personalidades creativas y extrovertidas. En el otro extremo encontramos a los que escogen un coche de color verde, que está más asociado a personalidades introvertidas, tranquilas y equilibradas. El azul aporta calma y suele reflejar personalidades empáticas y tranquilas, si se trata de un azul oscuro puede ser reflejo de un carácter más conservador y una fuerte personalidad.
Mucho menos habitual es encontrarnos con un coche rosa, algo que se puede asociar con personalidades más románticas, o naranja, un tono llamativo que se suele mantener demasiado tiempo y que señala a las personas sociables y pendientes de las tendencias. El púrpura es otro de esos colores poco usuales y refleja una forma de ser creativa y original.
Parece claro que los colores que escogemos pueden decir más de nosotros mismos de lo que pensamos.