Ser capaz de empatizar con una víctima de violencia machista, de valorar el riesgo real y actuar en consecuencia es clave para un agente de policía. Informativos Telecinco ha asistido a un curso para policías y personal de emergencias. Entrenan situaciones reales que, por desgracia, luego son casos verídicos.

La práctica tiene como objetivo que los policías detecten la situación de violencia que no ha visto. En el caso práctico que observamos, una vecina les alerta: "Consiste en que sean capaces de reunir los indicadores de violencia que han ocurrido en el domicilio. como las secuelas de esa violencia que están presentes en la víctima", explica Marta Fernández, comisaria principal de la Policía Municipal de Madrid.

Ha habido agresión física y amenazas de muerte pero la patrulla no lo sabe y los indicios no son claros. "Hay que prestar especial atención a todo el lenguaje no verbal. Si está llorosa, si está temblorosa, si tiene miedo a la cercanía de la figura masculina...", agrega Fernández.

Los agentes, en el ejercicio, aprenden a preguntar a las víctimas si han vivido otra situación similar anteriormente. Y también a comprobar los antecedentes del agresor con otras mujeres. El ejercicio se sigue desde una pasarela colocada arriba de donde se entrena. Pueden ver casos reales. Este sería el caso de una de las 2.000 mujeres que tienen orden de protección en Madrid. 90 tienen riesgo alto.

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