Un reciente informe del Institut de Recerca Urbana de Barcelona (IDRA) realizado a más de 1000 personas pone en evidencia la creciente dificultad para acceder a la propiedad en Madrid, donde una "generación inquilina" se está consolidando sin expectativas de convertirse en propietarios. Informan el vídeo Leticia Iglesias, Andrea López, Antonio Ruiz-Jaén, Almudena Calvo y Ana Martín.
Según los datos, el 33% de los encuestados ven muy complicado convertirse en propietarios, mientras que el 38% lo considera directamente imposible. Este estudio, titulado De propietarios a inquilinos. Informe sobre la creciente desigualdad en el acceso a la propiedad, expone que cada vez es más improbable que los madrileños adquieran una vivienda, ya sea mediante compra o herencia.
El informe revela que vivir de alquiler, ya no se trata únicamente de una etapa propia de los jóvenes adultos, sino que para una gran parte de estos, es una condición que se prolongará hasta la vejez. Según el IDRA, el 71% de los encuestados no prevé convertirse en propietario en algún momento de su vida, en comparación con el 25% que tiene esperanzas de lograrlo y un escaso 4% que se encuentra en proceso de adquirir una vivienda. Las perspectivas varían según la edad: los más jóvenes son ligeramente menos pesimistas, con un 60% viendo difícil o imposible comprar una casa, mientras que entre los mayores de 65 años, el 80% considera imposible adquirir una vivienda durante su jubilación.
La herencia, tradicionalmente vista como una vía para acceder a la propiedad, tampoco ofrece grandes esperanzas. El 66,8% de los inquilinos no espera heredar una vivienda, desmantelando el mito de que la mayoría de las personas acabará siendo propietaria gracias a la herencia familiar. De aquellos que sí esperan heredar, solo el 25,3% cree que obtendrá una propiedad, mientras que un pequeño porcentaje confía en recibir dos o más inmuebles. Al igual que en las expectativas de compra, la posibilidad de heredar una vivienda disminuye con la edad, y es especialmente baja entre los migrantes.
El informe concluye con críticas a las políticas actuales, como el Bono Joven de Alquiler y los avales para hipotecas, calificándolas de ineficaces. En su lugar, el IDRA propone aumentar la oferta de alquiler a largo plazo y a precios regulados, incorporar viviendas vacías, y aplicar medidas fiscales para reducir la desigualdad en el acceso a la vivienda. También sugiere impedir la acumulación de propiedades en pocas manos, siguiendo ejemplos internacionales como Canadá o los Países Bajos, para garantizar una distribución más equitativa del mercado inmobiliario.
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