Detenidos dos influencers en Madrid por agredir sexualmente a varias menores tras hacerles consumir droga
Los detenidos están acusados de agredir sexualmente al menos a cuatro menores
Primero les hacían partícipes de juegos que implicaban el consumo de drogas para anular su voluntad
Una de las menores víctimas de los 'petazetaz' estaba en el domicilio en el momento del registro
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a José Hernán A. e Iván G., de 34 y 21 años, respectivamente, dos influencers con miles de seguidores en redes sociales como Instagram, donde se hacían llamar los 'petazetaz'. En TikTok publicaban vídeos con los perfiles de @teamcoco y @newteamcoco. Están acusados de agredir sexualmente al menos a cuatro chicas menores de edad. Les hacían partícipes de juegos que implicaban el consumo de estupefacientes, especialmente GHB, para anular su voluntad y después violarlas.
Además, grababan los actos con sus teléfonos móviles y varias cámaras de seguridad aunque los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM), a cargo de la investigación, no tienen conocimiento de que los compartiesen con terceras personas, según ha informado el martes la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
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Anulaban su voluntad con drogas
Los arrestados utilizaban su popularidad para atraer a las menores de edad hasta la vivienda de uno de ellos, en el distrito de Villa de Vallecas, donde primero les hacían partícipes de juegos que implicaban el consumo de drogas como el tusi y el cannabis, pero especialmente éxtasis líquido o GHB, un potente depresor del sistema nervioso central, según ha podido saber el programa ' Vamos a ver'.
Así, una vez anulada su voluntad, José Hernán les proponía mantener relaciones sexuales y si se negaban se lo exigía como pago por las drogas consumidas. Por ello se le imputan dos delitos de agresión sexual -más uno en grado de tentativa-, cinco contra la salud pública y otros de violación, exhibicionismo y pornografía infantil.
Por su parte Iván solía estar presente en el momento en el que consumían droga pero salía de la estancia en el momento de las agresiones, salvo en una ocasión. Se le imputa un delito de agresión sexual.
Una quinta víctima, localizada en el domicilio de los detenidos
A estas cuatro víctimas se les suma una quinta que fue localizada en el domicilio de los arrestados en el momento del registro y que manifestó a los agentes que había podido eludir la agresión de los detenidos.
No obstante los investigadores del Grupo XXII de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM), a cargo de la bautizada como operación Network, no descartan que puedan identificar a más víctimas.
Además están pendientes del volcado del material informático intervenido en el registro -dispositivos de almacenamiento, móviles y cámaras instaladas en el salón de la vivienda-, con el que esperan obtener nuevas evidencias.
La investigación policial
Según el relato de las víctimas los detenidos llevaban al menos desde el pasado verano cometiendo las agresiones pero no fue hasta diciembre cuando la Policía tuvo conocimiento de ellas.
Fueron personas de su entorno cercano que presenciaron los hechos en repetidas ocasiones las que interpusieron la denuncia que dio inicio a las pesquisas, ha explicado uno de los investigadores a los periodistas. Una vez empezaron a tirar del hilo los agentes encontraron en internet vídeos en los que algunas de las víctimas, a través de una tercera persona, relataban lo sucedido y señalaban a los arrestados.
Por otro lado, a través una tercera persona que lo había recibido de gente cercana a los arrestados, obtuvieron el vídeo de una de las agresiones sexuales, lo que permitió incriminarles de forma directa.
El pasado 24 de enero los agentes culminaron la operación con la detención de ambos hombres. Un juzgado de Madrid dejó en libertad a Iván y decretó el ingreso en prisión de José Hernán, que sin embargo salió de la cárcel la pasada semana.
Un "goteo de casos"
Los investigadores mostrado su preocupación por el "goteo de casos" similares que se están registrando y por la especial vulnerabilidad de las víctimas.
En este caso eran las menores las que contactaban con sus agresores por redes sociales atraídas por su popularidad y sin valorar el riesgo al que se enfrentaban.
Además, ha explicado, las víctimas no denunciaron los hechos hasta que los agentes contactaron con ellas, lo que refuerza la idea de la necesidad de alertar socialmente y reclamar la colaboración ciudadana.
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