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La localidad madrileña de Alcalá de Henares puso en marcha en el mes de julio del pasado año la identificación mediante pruebas de ADN de las heces de perro 'abandonadas' en la vía pública de la ciudad, con el fin de dar cumplimiento a la ordenanza que obliga a la ciudadanía a la recogida de deposiciones de los animales domésticos, así como de verter líquido sobre los orines.
Tres meses después de que se acabase el plazo para censar a los canes del municipio en este sentido, el consistorio ha informado mediante un comunicado de que se han impuesto un total de 75 sanciones, una media de 25 al mes, ante las primeras infracciones de la normativa municipal.
El concejal de Medio Ambiente, Vicente Pérez, ha pedido a la ciudadanía “responsabilidad para mejorar la convivencia” y ha animado a que “todos los propietarios de perros les den de alta en el censo” para “mantener la higiene, el ornato y la calidad de vida” de los vecinos de la localidad.
Desde la entrada en vigor de esta obligación, se iniciaron las actuaciones de toma de muestras de ADN de heces caninas abandonadas en la vía pública, levantándose las correspondientes actas policiales, para su posterior análisis. La recogida de muestras se realiza siguiendo el protocolo establecido al respecto por la Policía Local.
En total se han llevado a cabo siete jornadas de muestreos y se han tomado 221 muestras, de las cuales se han identificado positivos registrados en el censo municipal, si bien aún no se han completado todos los análisis.
A la vista de estos resultados, y una vez identificados los titulares de mascotas que no han recogido las heces de sus animales en la vía pública, se han notificado las sanciones por infracción de carácter leve, que pueden oscilar entre 300 y 3.000 euros.
Asimismo, la falta de inscripción de los animales en el censo municipal obligatorio por ADN, también constituye una infracción leve de la referida ordenanza municipal, con idénticas sanciones.
En la actualidad, 8.271 perros se encuentran censados en Alcalá de Henares a través e muestras de ADN, lo que según el Ayuntamiento, incrementa su protección frente a robos o extravíos, así como la vigilancia de abandono de animales o camadas no deseadas, o la desatención de obligaciones como la recogida de deyecciones de los espacios públicos.
Desde el pasado mes de octubre se ha llevado a cabo una campaña informativa por parte de la Policía Local del municipio para dar cuenta de la obligatoriedad de estos aspectos.
La obligación de realizar el censo de perros del municipio mediante ADN comenzó el pasado mes de julio, con un periodo de tres meses para su materialización. En este sentido, desde el consistorio recuerdan a todos los residentes propietarios de perros del municipio que no hayan censado a su mascota mediante ADN canino, la obligación de hacerlo.
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