El conflicto entre la inmobiliaria Socimi Numulae y los comerciantes del céntrico mercado madrileño de Torrijos continúa después de que el fondo buitre tapiase este fin de semana el acceso, aprovechando que estaba cerrado al público.
Acompañados de sus abogados, los propietarios de los negocios se han personado en la mañana de este lunes a las puertas del mercado con la intención de entrar y hacer su trabajo, como cada día en las últimas décadas, pero se han encontrado con la oposición del fondo buitre que había colocado trabajadores seguridad a las puertas para impedirles la entrada.
“Acabamos de salir de la comisaria a denunciar lo ocurrido, y el abogado se ha ido al juzgado de guardia, lo único que nos queda esperar es que vuelva con unas medidas cautelares que paralicen el proceso, pero no tenemos mucha esperanza”, afirma José Luis Díaz, propietario de una de las carnicerías abiertas en el mercado.
Pese a esta complicada situación, los últimos últimos comerciantes del espacio de venta de alimentos, no se rinden y continúan dando batalla al fondo inmobiliario que está decidido a desalojarles de manera definitiva.
En total son ocho los puestos que hasta el momento han mantenido su actividad comercial pese a las “presiones” que aseguran han estado sufriendo por parte de Socimi para que abandonasen sus paradas. “Está todo destrozado, los locales, y ya hay maquinaria pesada en la primera planta, es casi imposible trabajar allí”, apunta José Luis.
El nuevo propietario de las instalaciones, el fondo buitre Socimi Numulae pretende iniciar este mismo lunes las obras de su nuevo proyecto empresarial. Así se lo comunicó por burofax a los comerciantes, una noticia que les ha pillado con sus negocios repletos de género para la campaña de Navidad, que se va a echar a perder con la consecuente pérdida económica que supone para ellos. “En mi caso tengo aproximadamente 5.000 euros de carne en cámaras que lo más probable es que los vaya a perder”, lamenta Díaz.
Ubicado en una de las zonas más cotizadas de la capital, en el epicentro del barrio de Salamanca, el mercado Torrijos tiene décadas de historia. Hace 20 años, el mercado Torrijos era municipal, después pasó a manos privadas, las de sus 44 comerciantes, y hace tan solo tres años Socimi Numulae lo adquirió mediante compraventa.
Los ocho comerciantes que permanecen en la actualidad se resisten a vender sus negocios y su futuro se complica ante las presiones y se dirime ante los tribunales madrileños. Este fin de semana, vecinos del barrio, se han unido a ellos para reclamar la supervivencia del mercado, bajo el lema 'Salvemos Torrijos'.
“Lo único que nos queda es esperar que la justicia sea justa”, asevera un de los afectados.
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