Ni el frío ni el mal tiempo ha impedido que al gente se eche a la calle en Madrid para disfrutar del ambiente prenavideño en este puente de diciembre. Las mareas humanas se suceden en la capital española. Se han juntado los días de fiesta, las compras navideñas y los turistas nacionales y extranjeros. Muchas calles se han convertido en auténticos avisperos. Además, al gran tumulto hay que añadir las eternas colas para determinadas atracciones: horas y horas para comprar la lotería o para comer buñuelos de bacalao.
La lluvia, eso sí, ha diluido algo esas largas filas en la tarde-noche de este jueves. Pero durante la mañana y la tarde, la ciudad estaba a reventar. Son muchos los que también quieren ver el Portal de Belén de la Plaza Mayor o el árbol de la Puerta del Sol. El movimiento continúa esta noche, pero muchos ya pasean con el paraguas en mano. Las autoridades han activado el nivel negro en el centro por aglomeraciones (el más elevado, por delante del rojo y el naranja).
"Cinco horas". "Porque me lo ha pedido mi abuela, si no, no vengo". "Las colas de Madrid son interminables". "Tengo muchos encargos". "Cuatro horas y todavía me queda para llegar". Quizá alguien pensó que la lotería, y sobre todo Doña Manolita, tenían el monopolio de las colas en Madrid. Pero tambien hay que esperar para hacerse la foto con el Oso y el Madroño, en el kilómetro 0, o hasta para llenar el estómago.
"Merece la pena", cuentan los ciudadanos. En la mayoría de los casos se encaja todo con buen talante. Para qué ponerse nerviosos: "Hasta que me toque". Pero se ha hecho de noche, el cielo castiga con lluvia y seguimos en las mismas. Qué son a estas alturas "30 minutos de espera", como dice una pequeña, si rematamos el día con un buen chocolate con churros.
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