Julio del 2020. Es el primer día en el que Tatiana sufre una agresión. No hay testigos. En septiembre, las amenazas ya se producen cuchillo en mano. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ordenó medidas de protección para la mujer, pero mes y medio después las retiraron. Tatiana denunció por miedo a que su marido se llevara a su hija a Perú, como la había amenazado en varias ocasiones. Su familia tampoco la animó a seguir adelante. Situaciones que se repiten en casos de violencia de género: el miedo por los hijos, el temor de la familia a las consecuencias de las denuncias, la precariedad económica. El cóctel que acaba en tragedia. Tatiana quería separarse de su marido y eso fue la gota que colmó el vaso. Todo encaja dentro del perfil de una maltratador que salió indemne de un juicio.
Un infierno constante de amenazas, de miedo que ha acabado de la peor manera posible, con la muerte de Tatiana y su hija. A navajazos, sin piedad alguna. Tatiana intentó dar la alarma, ensangrentada, pero su hija ya estaba muerta en la habitación. Después de asesinarlas, el hombre ingresaba en estado grave en el Hospital 12 de Octubre por haberse intentado suicidar cortándose el cuello. No lo logró. "Se le fue la cabeza a mi yerno y las mató a las dos", es lo poco que podía decir a los medios Fran Luis, el padre y abuelo de las víctimas.
La historia de Tatiana se repite en múltiples ocasiones. Tatiana se encontraba incluida con riesgo alto en el Sistema Integral de Protección a las Víctimas de Violencia de Género (VioGén), pero su caso estaba inactivo desde que el juez absolvió a Anthoni, por lo que tras la sentencia firme decayeron las medidas de protección.
La Fiscalía pedía para el acusado un año de prisión y tres de alejamiento, el Juzgado de lo Penal número 37 de Madrid absolvió a Anthoni en diciembre del 2022. Tatiana contó con las mencionadas medidas de protección solo durante un mes y medio, entre el 15 de septiembre y el 30 de octubre de 2020. La Policía calificó su situación de riesgo alto por la hija de ambos.
Durante el juicio, Tatiana Beatriz declaró no recordar qué había pasado exactamente, y el policía que detuvo al hombre dijo que solo le habían informado de una discusión. Tatiana, influenciada por su padre, aseguró que había denunciado a Anthoni porque temía que se fuera de España con Abril, la pequeña. Dos años después, en el juicio, y entonces influenciada por su abogado para que el agresor fuera absuelto, declaró no recordar nada de los hechos.
A Abril su padre no se la llevó finalmente. La mató. Y a Tatiana. Las primeras pesquisas indican que Anthoni habría accedido en primer lugar en la habitación de la niña, que estaba dormida, a quien habría degollado. Luego entró en el cuarto de su exmujer quien, pese a las fuertes puñaladas, logró salir malherida de su casa y entrar en el ascensor hacia el garaje para pedir ayuda.
En la vivienda donde ocurrieron los asesinatos -y en la que también vivía Anthoni, a pesar de haber contado con denuncias previas por malos tratos y medidas de protección para la mujer- también estaban la tía de Tatiana y otro adulto con dos niños pero no consta que llamaran a la Policía. Lo hicieron los vecinos. Un dato esclarecedor de cómo la violencia podía ser una rutina es esa casa. Algunos vecinos cuentan que escuchaban insultos y amenazas de muerte de forma constante y también empujones en la calle, una falta de respeto total. Diaria. Decía "si me dejas te voy a matar'". Alguna vez intervinieron para protegerla. La Policía había tenido que acudir a la vivienda en varias ocasiones. Un infierno diario que ha acabado de la peor manera posible.
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