En España nos encanta pensar en el azar como algo que podemos decantar a nuestro favor en ciertas fechas. Así lo de demuestra el aumento progresivo año a año de las ventas de décimos. La Lotería de Navidad es mucho más que un evento fechado el 22 de diciembre. Se ha convertido en una tradición cultural arraigada en nuestro particular panteón navideño de costumbres, un clásico de diciembre, como el turrón duro o las promesas de año nuevo que nunca ponemos en práctica.
A medida que se aproxima el sorteo, la pregunta se hace cada vez más apremiante entre los aficionados a comprar décimos y los que creen que la suerte está de parte de quienes se encaprichan de ciertos números. ¿Qué terminaciones traen suerte en el sorteo del Gordo? ¿Cuáles son las más pedidas año a año en las administraciones? ¿Y las menos afortunadas?
Empezando con los décimos predilectos del español medio, ya sabemos que ciertas fechas y efemérides marcan el gusto y las elecciones de los compradores de lotería. Algunos números tienen todas las papeletas para ser los más escogidos, bien sea por la fuerza de la costumbre o el aura de ciertas supersticiones, esa creencia extendida de “este año toca seguro”, aunque ese “seguro” sea más bien un rito o una promesa a futuro.
De momento ya hay algunos que apuntan a premio este 2023, según las creencias de quienes escogen con tiento la numeración de su décimo o la administración de lotería en la que lo comprarán. 06523 (fecha de la coronación de Carlos III de Inglaterra), 16723 (la fecha en que el tenista Alcaráz venció en Wimbledon) o 23723 (las últimas elecciones generales). En años anteriores, las fechas relacionadas con la pandemia y la crisis del Covid, en particular la del inicio del confinamiento, influenciaron en la elección de los números que más se buscaron en las administraciones.
En cuanto a las terminaciones, pocas sorpresas, puesto que priman las supersticiones más comunes o mainstream. La elección de la mayoría casi nunca tiene nada de aleatorio, pero es cierto que, a la hora de escoger, suelen repetirse siempre los mismos números.
Ciertos cierres de décimo tienen su legión de fieles. Será por la paradoja, o por la fe en que ir a contracorriente traerá esperanza y alegría en forma de millones o miles de euros. El 13 es sorprendentemente popular, y se repite con frecuencia en las terminaciones que más se solicitan. Parece que muchos españoles disfrutan desafiando la superstición. Tal vez, en el fondo, creen que este número investido de mala suerte puede traer un giro de guion a su vida.
Números como el 15, que remiten al día de la Constitución Española (6 de diciembre de 1978), cuentan con bastantes adeptos y son ya clásicos entre quienes escogen abrazar su candidato particular.
Los décimos terminados en 5 son otros favoritos perennes que sobreviven a año a año. El 'Gordo' ha terminado en 5 más veces que en cualquier otro número. Se ha ganado un puesto especial entre los compradores, como el 22, que refleja la costumbre de apostar con fe ciega en la misma fecha del sorteo del Gordo. La suerte y la esperanza de ganar (sin romperse mucho la cabeza escogiendo) es lo que prima en esta elección.