Si quieren tener una experiencia extrema, no se pierdan este zoológico invertido en Sudáfrica en el que los animales pasean en libertad, visitando a los turistas que comprueban enjaulados cómo se vive en cautividad.
Podría ser el mundo al revés, humanos enjaulados, observados de cerca por leones que campan a sus anchas, pero, la realidad no es tan simple.
Ocurre en Sudáfrica, en un santuario donde viven en semilibertad 77 leones rescatados de zoos, circos y maltratos. Aquí han encontrado la paz, y ahora también un nuevo entretenimiento, una jaula con inquilinos es su juguetito.
Al otro lado de las rejas, personas, entusiastas de la naturaleza y de las emociones fuertes porque no todos son capaces de mantener la calma al ver estas fauces tan de cerca, al sentir el aliento del león, vibrar con el rugido de la leona.
Por 45 minutos pagan más de 100 euros que ayudarán a cuidar y alimentar a los leones en este santuario sin ánimo de lucro, y de paso estimulan beneficiosamente a los animales.
Aun así hay quien los critica, seguramente tras ver imágenes como estas, en un zoo de Líbano. No es lo mismo, respetuosos son también en este safari chileno, donde la jaula va sobre ruedas. Bajo el mar, son los tiburones quienes merodean alrededor y en Australia los cocodrilos con un interesante cara a cara.