Las fuerzas rusas han bombardeado por tierra y aire áreas del este de Donbás en Ucrania, matando al menos a 13 civiles. Bombardeo tras bombardeo, las tropas rusas se acercan a Lisichansk y Severodonetsk, dos de las localidades de la región de Lugansk que aún controlan las autoridades ucranianas. La guerra de Ucrania se alarga en el tiempo y Rusia podría estar quedándose sin misiles, pero los que tiene los usa en Donbás aunque para ahorrar misiles, el Ejercito de Vladimir Putin, esté usando armas láser.
Tras elogiar a los patriotas que intentan frenar el avance, el presidente Zelenski denuncia que las fuerzas de Putin pretenden matar al mayor número de ucranianos posible en el este del país. "El Donbás está completamente destruido. Es un infierno, y no estoy exagerando. Las fuerzas armadas de Ucrania siguen avanzando en la liberación de la región de Jarkov. ", afirmó Zelenski.
En medio de ese infierno se encontró un equipo de periodistas serbios. Tuvieron que parapetarse tras un vehículo y meterse en una zanja para evitar ser alcanzados por los proyectiles. Donde pueden estar viviéndose los últimos combates es en Azovstal. Tras la rendición de 2.000 de sus compañeros, este mando del batallón Azov reconoce que desde Kiev se les ha ordenado salvar las vidas de los soldados que siguen en la acería de Mariúpol y dejar de defender la ciudad.
A medida que la guerra se acerca a la marca de los tres meses, los rusos han intensificado sus esfuerzos para someter la región de Donbás, dijo el estado mayor ucraniano. Han golpeado la infraestructura civil con bombardeos de artillería "masivos", incluidos múltiples lanzacohetes, dijo el estado mayor en un comunicado. Los aviones rusos también habían atacado objetivos.