La guerra de Ucrania, que hoy entra en su día 41, estará ya marcada para siempre por la masacre de Bucha. Una matanza indescriptible entre la población civil, que hoy se va a abordar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con la presencia de Rusia. Vladimir, un artificiero ucraniano que ayuda a recoger cadáveres en Bucha sentencia: “Los rusos han liberado todo porque aquí ya no queda nada”. Volodimir Zelenski, que hoy interviene en el Congreso de los Diputados, habla de genocidio.
Está por ver qué dice Rusia porque sigue negando lo ocurrido en Bucha y asegura que es un montaje de Kiev. Junto a la condena unánime de la comunidad internacional, se están recopilando pruebas de que se trata de crímenes de guerra. Europa ya ha dicho a Zelenski que así lo va a investigar.
Sacan fotografías, graban vídeos y recogen casquillos del suelo. Así buscan evidencias de crímenes de guerra en Bucha.
Lo hacen acompañados de artificieros como Vladimir, un ucraniano que ha reconocido a su cuñado entre los cadáveres. “Los rusos han liberado todo porque aquí ya no queda nada”, dice.
Tras la masacre de Bucha, localidad cercana a Kiev, solo hay ruinas y cuerpos amontonados, que van sacando entre varios hombres y metiendo en bolsas.
Muchos cadáveres en Bucha terminan en fosas comunes. Cada día salen a la luz más imágenes estremecedoras y no serán las últimas. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, le ha pedido a los periodistas que graben todo para que el mundo lo vea.
Rusia que niega la masacre de Bucha, llevará hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU extraordinario que se celebrará hoy, pruebas, que Estados Unidos califica ya de absurdas. EEUU no quiere que Moscú siga siendo miembro del Consejo de Seguridad.