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Venezuela se está africanizando en lo que a niveles económicos se refiere. Así lo afirmó Luis Pedro España, investigador de ENCOVI (Encuesta Nacional de Condiciones de Vida), en su último informe presentado el martes de manera online a los medios de comunicación, y que corresponde al periodo noviembre 2019 – marzo 2020.
La encuesta, que cada año presentan tres de las Universidades más prestigiosas del país: la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB), ha presentado los peores datos de la historia reciente del país con cifras alarmantes sobre pobreza que van en aumento.
Pese a las alocuciones del mandatario comunista, Nicolás Maduro, Venezuela se ha convertido en el país más pobre de América Latina teniendo unas de las mayores riquezas naturales de la región. En los últimos años han huido del régimen totalitario cinco millones de personas. Venezuela lidera América en asesinatos, pobreza extrema infantil y desempleo.
“Estamos a nivel de África”, señaló España durante la presentación; y es que uno de los datos más impactantes del informe es que el 30% de los niños en Venezuela registran desnutrición crónica según los valores de medición talla-edad; un porcentaje comparable con los de países como Chad o Camerún.
Otro dato impactante y que refleja el empeoramiento de las condiciones de vida en Venezuela revela que el 79,3% de los venezolanos se encuentra en pobreza extrema. Este porcentaje terrible supone 22 millones de personas de un total de 28 millones de venezolanos que hay actualmente en el país. Este número estaría muy por debajo de los 32 millones de habitantes que se habían proyectado para la fecha y que se ha incumplido debido a la migración masiva de los últimos años huyendo de la crisis.
El 19% de los hogares venezolanos reportan que, al menos, un miembro de su familia se ha marchado, y durante el 2019 se ha visto un aumento en la edad de los que se han ido, situándose entre los 30 y los 49 años la media de edad para migrar durante los últimos meses, cuando al principio de la crisis sobre todo se iban los más jóvenes, entre los 15 y los 29 años.
De todos ellos, el 30% afirma que recibe remesas de sus familiares en el extranjero, algo que se ha convertido en su principal sustento de vida en materia económica. La pandemia por el coronavirus ha provocado que el disminuya exponencialmente el envío de dinero desde el extranjero debido a la incertidumbre y a la situación de vulnerabilidad a la que, de manera repentina, también se han enfrentado estos familiares en el exterior.
El hambre, el narcotráfico y el desempleo han convertido a Venezuela en uno de los países más peligrosos del mundo y con mayores tasas de asesinatos de América Latina. En 2019 murieron asesinadas más de 16.500 personas. De las 16.505 muertes registradas hay 6.588 asesinatos cometidos por los delincuentes, en segundo lugar hay 5.286 homicidios cometidos por los cuerpos de seguridad del Estado y que son clasificados como muertes por resistirse a la autoridad y por ultimo unos 4.632 muertes causadas por una intencionalidad indeterminada o desconocida.
Además, el 96,3% de los hogares venezolanos son pobres desde el punto de vista del ingreso (en 2002, esta cifra era del 51,7%), lo que lleva a Luis Pedro España a afirmar que los resultados “se asemejan a una realidad nutricional comparable con África”. Según el experto, el gasto promedio en alimentos de una familia venezolana en la horquilla más pobre es de 20 dólares al mes, mientras que en el target más rico puede llegar a 50 dólares.
El investigador también señaló que “Venezuela nunca ha tenido estos niveles de pobreza”, y que, si bien es cierto que los datos comenzaron a empeorar desde 2014, cuando se cumplía el segundo año de contracción económica (y segundo año de Nicolás Maduro en el poder), las malas cifras se han disparado durante los últimos meses.
En cuanto a la desigualdad, Venezuela alcanza la cifra del 51%, solo por debajo de Brasil, el país más desigual de América Latina con un porcentaje del 53,9%. “No hay riquezas que repartir”, dijo España. “Los niveles de pobreza en Venezuela se comparan con los países más pobres del mundo y que tienen mayor inestabilidad política. Venezuela solo está por detrás de Nigeria en materia de pobreza y desigualdad y el 70% del PIB del país se perdió entre 2014 y 2019”, concluyó.
Otro dato significativo de la encuesta de este año es que el 44% de la población venezolana está inactiva laboralmente, lo que provoca un retroceso que sitúa al país en cifras del año 2015. De esta población activa, el 71% serían hombres y el 29% mujeres; y Venezuela se ubicaría de esta manera en el último lugar del continente latinoamericano en cuanto a participación en el mercado laboral.
El proceso hiperinflacionario también ha impactado notablemente sobre los ingresos económicos de la población, propiciando que el ingreso promedio de los venezolanos sea de tan solo 0,72 dólares al mes, lo que provoca que Venezuela sea el país más pobre de Latinoamérica.
Para terminar, otras cifras bastante simbólicas. La esperanza de vida ha disminuido en Venezuela y para aquellos nacidos entre 2015 y 2020, se estima que vivan 3,7 años menos de lo que había pronosticado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
También han empeorado drásticamente los datos en cuanto a educación. El país caribeño ha pasado de tener 12,7 millones de personas en edad escolar (3-24 años) a 11 millones; y solo el 60% de la población en edad escolar asiste regularmente a clase. De esta manera, sólo el 46% de los estudiantes que pertenecen al grupo económico más pobre ha completado la educación secundaria.
Dos décadas (veinte años) de socialismo/comunismo chavista han convertido a Venezuela en el país más pobre de América Latina. Venezuela es uno de los países más ricos del mundo: