La familia de Valentina Orellana Peralta, la adolescente chilena que recibió un disparo accidental en el probador de una tienda de Los Ángeles, pide justicia. La madre, todavía en shock y sin consuelo, llegó con su hija hace seis meses a Estados Unidos, país que consideraban "el más seguro del mundo".
La víspera de Nochebuena, Valentina, de 14 años, recibió un disparo de los policías que intentaban detener a un atacante en un centro comercial del barrio de North Hollywood. Los padres quieren justicia para su hija, transparencia en la investigación, y "que caiga quien tenga que caer".
Los disparos los efectuó un agente del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD). Según muestran los videos de las cámaras de los policías, publicados por la misma institución, el sospechoso al que perseguían había causado heridas a una mujer y estaba acorralado cerca de los probadores de ropa.
Soledad Peralta, la madre de la menor, solo pudo pronunciar unas pocas palabras, entre lágrimas, hasta que dijo: "No puedo más". "El ver morir a tu hijo o hija en tus brazos es uno de los dolores más grandes y profundos que un ser pueda imaginar", lamentó.
Según el padre de la joven, Juan Pablo Orellana, la familia está "destrozada" y "consternada". "Ella lo único que quería era ser ciudadana americana. Yo le dije: 'Vámonos de este país'. Me dijo: 'No, papá, este país es el más seguro del mundo, de las oportunidades'", dijo entre sollozos.
"No tengo palabras para describir el momento que estoy pasando. Guardé sus regalos para entregárselos en su tumba. Eso es lo que vino mi hija a encontrar acá, la muerte. Se me repiten los sueños con ella", añadió el hombre. El gobierno de Los Ángeles ha dicho que investiga los hechos. El caso ha generado un gran escrutinio sobre la actuación de los agentes del departamento local.