Las autoridades de Brasil, a través de un estudio de la Contraloría General de la Nación, pudieron conocer que hay personas que usan identidades de fallecidos para saltarse la espera y recibir antes las vacunas contra el coronavirus. El análisis buscaba verificar si se han cumplido las prioridades con los 10 millones de dosis de vacunas que han sido inoculadas hasta el 10 de marzo.
"Existen casos de vacunas aplicadas a personas que figuran como fallecidas en el Sistema de Información de Mortalidad del Ministerio de Salud (SIM) con fecha de emisión del certificado de defunción anterior al inicio de la vacunación", indica la Contraloría en un comunicado.
Si bien no se ha informado del número exacto de personas que se han valido de estas reprochables tácticas para recibir la vacuna, el diario O Globo cifra aproximadamente 1.000 casos.
Además, el estudio señala que hay alrededor de 50.000 inconsistencias en el proceso de vacunación. Hubo personas que tenían tres o más cartillas de vacunación, ciudadanos inoculados bajo la falsa justificación de ser profesionales de salud y mayores de 60 años inmunizados antes de que les toque su turno.
Brasil comenzó el proceso de inmunización para sus más de 210 millones de habitantes el 17 de enero, pero no ha logrado avanzar con rapidez por no contar con las vacunas necesarias. Hasta el momento, se ha inoculado con la primera dosis a 4,5% de la población y solo el 1,5% ha recibido la segunda dosis.
El Ministerio de Salud brasileño ha señalado que se han adquirido 562 millones de vacunas de distintos laboratorios, contando las que se producen en el país: la de AstraZeneca/Oxford y la de Sinovac.