El miedo a la guerra es tal que un millón de ucranianos han dejado sus casas en una semana de invasión rusa, han salido del país y se han convertido, de la noche a la mañana y prácticamente con lo puesto, en refugiados.
La cifra facilitada por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pone de manifiesto que ha salido mucha gente del país en muy poco tiempo, convirtiendo este movimiento de población en el más importante desde la II Guerra Mundial.
"En sólo siete días hemos sido testigos del éxodo de un millón de refugiados de Ucrania a los países vecinos", ha asegurado en su cuenta de Twitter el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. El experto en migraciones asegura no haber visto, en el transcurso de su experiencia de 40 años, un éxodo tan rápido en un periodo de tiempo tan breve.
Ahora, la mejor manera de escapar es en tren, así que centenares de personas se agolpan en las estaciones. Todas las escenas cuentan con un cierto dramatismo, en mayor o menor medida, pero impresiona sobre todo ver cómo ancianos y madres acompañadas de sus pequeños buscan llegar a un destino en el que escapar del horror.
Todos los trenes que se dirigen hacia el oeste son gratuitos con el objetivo de facilitar, en la medida de lo posible, que quienes quieran salir del país puedan hacerlo. Esos trenes van en estos días abarrotados de personas y de historias con un presente y un futuro bastante incierto.