La inteligencia ucraniana ha asegurado este viernes 11 de marzo que Vladimir Putin prepara un ataque terrorista en Chernobyl que desate una catástrofe de la que después acusar a Ucrania.
La preocupación por las centrales nucleares ha sido una constante desde el inicio de la invasión rusa. Primero, por el ataque sobre la central de Zaporiyia, la más grande de Europa. Las imágenes del asalto a las instalaciones, ya en poder de las tropas rusas, hicieron saltar las alarmas de la comunidad internacional al observar disparos y un incendio en el exterior de la planta. Una central de la que Ucrania advierte que un incidente similar al de Chernobyl de 1986 podría generar una catástrofe hasta diez veces mayor. El propio presidente de Ucrania, Zelinski, aseguró tras conocer el ataque que era la primera vez en la historia que a un ejército se le ocurría disparar contra una instalación nuclear. Aunque en medio de tanta barbarie resulte eufemístico, cabe recordar que atacar centrales nucleares está expresamente prohibido por el derecho internacional.
El otro punto de preocupación es Chernobyl. El día 9 de marzo se informó de que la central había sufrido una desconexión sistema eléctrico, clave en las tareas de refrigeración del combustible radiactivo. Desde la OIEA aseguran que las piscinas de agua y el poco calor que libera el combustible de Chernobyl son suficientes como para descartar una fuga radioactiva por culpa de la desconexión eléctrica. No obstante, desde Ucrania aseguran que es una situación peligrosa. Ahora, la inteligencia del país da un salto más en esta preocupación al alertar de un posible plan de Putin para provocar una catástrofe.
Sobre las consecuencias de desastre nuclear, las referencias son muy pocas porque, salvo Chernobyl en 1986, no hay eventos similares a los que referirse. Entonces, la nube radioactiva se extendió por toda Europa aunque no alcanzó ni España ni Portugal, tal y como muestra el vídeo publicado en 2005 por el Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear de Francia. Un informe de 2005 calculó en 4.000 las víctimas mortales del desastre, entre los fallecidos en las primeras horas del desastre y los que pudieron morir durante las semanas, meses o incluso años después a causa de la exposición a la radiación.
En medio de los bombardeos, Ucrania teme además que Rusia pueda utilizar armas químicas en su ofensiva. El Presidente Zelenski ha denunciado hoy esa sospecha, que ya habían apuntado tanto Boris Johnson como los servicios de inteligencia de EEUU. Rusia ha negado tener intención de utilizar este tipo de armamento y señala que los ucranianos podrían ser los primeros en usarlas.