El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido este martes que "es posible que haya algunas" muertes a causa del coronavirus a medida que los estados revierten las restricciones impuestas para contener su propagación y comienzan a reactivar la economía.
"Es posible que haya algunas (muertes) porque (las personas) no estarán encerradas en un apartamento o una casa o lo que sea", ha indicado Trump durante una entrevista en la cadena ABC.
Sin embargo, Trump ha señalado que, "al mismo tiempo, vamos a practicar el distanciamiento social, vamos a lavarnos las manos, vamos a hacer un montón de las cosas que hemos aprendido durante el último período de tiempo".
En este sentido, el mandatario estadounidense ha defendido la necesidad de reabrir la economía de los estados y ha aducido que las restricciones sociales han llevado a las personas a sufrir sobredosis y suicidios. "Mira lo que está pasando. La gente está perdiendo sus trabajos. Tenemos que estar de vuelta y eso es lo que estamos haciendo", ha aseverado.
Además, ha urgido al país a avanzar hacia la reapertura económica y ha instado a los ciudadanos estadounidenses a verse como "guerreros" a este respecto. También, ha agregado que no es "realista" mantener las recomendaciones de distanciamiento social durante un plazo de tiempo largo. "No podemos sentarnos en nuestra casa durante los próximos tres años", ha zanjado.
Asimismo, el presidente estadounidense se ha mostrado optimista sobre la superación de la etapa de la pandemia del coronavirus, independientemente de si se logra desarrollar una vacuna contra la Covid-19 o no.
"Habrá más muerte, el virus pasará, con o sin una vacuna", ha asegurado. "Y creo que nos está yendo muy bien con las vacunas pero, con o sin vacuna, va a pasar y volveremos a la normalidad", ha apostillado. No obstante, ha admitido que "ha sido un proceso duro". "No hay duda al respecto", ha concluido.
Por último, Trump ha rechazado los análisis que han ofrecido datos contra una reapertura prematura de EEUU. Uno de ellos, de la Universidad Johns Hopkins, estima que la tasa de mortalidad diaria podría casi duplicarse en junio. Otro modelo, de la Universidad de Washington, advierte de que la cifra de muertos a consecuencia de la Covid-19 en Estados Unidos podría ser casi 135.000 para el 4 de agosto.
"Estos modelos han estado equivocados desde el primer día. Tanto el lado bajo como al alza. Han estado equivocados, han estado fuera de control. Y siguen haciendo nuevos modelos y están equivocados", ha insistido el presidente estadounidense.
"Estos modelos (...) hablan sin (tener en cuenta) la mitigación", ha agregado. "Estamos mitigando (los contagios) y hemos aprendido a mitigar, pero podemos estar en los sitios, trabajar en los sitios y también mitigar", ha concluido.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia del coronavirus. Los casos confirmados ya sobrepasan los 1,2 millones, mientras que las muertes han superado la barrera de las 70.000.
El primer viaje de Trump tras un mes enclaustrado en la Casa Blanca a consecuencia de la pandemia del coronavirus le ha llevado este martes a Arizona, donde ha visitado las instalaciones de la empresa Honeywell, que fabrica mascarillas N95.
Sin embargo, el presidente estadounidense no ha hecho uso de ninguna de ellas y se ha paseado por el edificio con la cara descubierta, aunque con unas gafas protectoras transparentes.
Antes de embarcar en el Air Force One y preguntado acerca de esta cuestión, Trump ha asegurado que "no había decidido aún" si iba a llevar mascarilla durante su visita a la planta de Honeywell.
"No, no lo he decidido porque no sé (...) si es un entorno de mascarilla, ciertamente lo haría (usarla). Lo sabré cuando llegue allí. Pero me la pondría. Si es un entorno para llevar mascarilla, no tendría ningún problema", ha afirmado.
"Se supone que voy a dar un discurso. ¿Debería quitarme la mascarilla cuando esté hablando? No lo sé. No suena bien. Pero si es un entorno para llevar mascarilla, ciertamente la llevaría", ha agregado.