Estados Unidos alojará la próxima cumbre del G7 en el resort de golf de la familia del presidente Donald Trump cerca de Miami. Y la decisión la ha tomado el mismo presidente Donald Trump.
Lo anunció el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, que aseguró que la administración estadounidense no está preocupada por las apariencias y las acusaciones de conflicto de intereses. Y defendió que Trump National Doral es "el mejor lugar de lejos" para celebrar la cumbre de líderes mundiales.
Mulvaney añadió que el club de golf de Doral se adapta a las necesidades de la reunión "casi como si hubiera sido construido para alojar este tipo de eventos".
La decisión llega después de una búsqueda y valoración de instalaciones en las últimas semanas, según la administración Trump, tras la que han concluido que la reunión internacional del Grupo de los Siete de junio de 2020 se celebrará en el resort de Florida, con la asistencia de cientos de diplomáticos, personal de seguridad y periodistas.
El jefe de gabinete aseguró que fue idea de Trump. "¿Y qué tal en Doral?", preguntó el presidente en el comedor de la Casa Blanca, según la narración de Mulvaney, que insistió en que organizarlo allí costará "varios millones de dólares" menos y que el presidente "no se beneficiará de ningún modo" de la celebración del G7 en su resort.
Diversos grupos independientes de ética denunciaron la decisión de la administración Trump. Ciudadanos por la Ética en Washington (CREW) advirtió que se está usando el gobierno estadounidense como una filial de marketing y relaciones públicas de la Organización Trump. "Parece que la corrupción del presidente Trump no tiene fondo", declararon en un mensaje en las redes sociales.
Recuerdan que al asumir la presidencia, Trump cedió el control y gestión de la Organización Trump a sus hijos mayores, pero no liquidó sus intereses empresariales. Desde entonces le han llovido las acusaciones y demandas por conflicto de intereses y violación de la clausula de Emolumentos de la Constitución de Estados Unidos, que impide a "personas con funciones públicas" recibir regalos o pagos de figuras y entidades extranjeras. Alegan que gobiernos extranjeros gastan importantes cantidades de dinero en propiedades que benefician financieramente a la familia del presidente.
La Organización Trump no ha hecho declaraciones por el momento. El mandatario ya puso sobre la mesa esta sugerencia el pasado verano. Entonces varias comisiones de la Cámara de Representantes anunciaron que investigarían su propuesta, así como la estancia del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en el hotel de Trump en Doonberg (Irlanda) como parte de una visita oficial al país. Y también el aumento de gasto militar en el aeropuerto de Prestwick en Glasgow (Escocia), no muy lejos del resort de lujo Trump Turnberry, y el gasto de dinero público en propiedades vinculadas al presidente.
La decisión llega en medio de las sucesivas crisis que gestiona estos días la Casa Blanca. Desde la retirada de las tropas estadounidenses del norte de Siria y posterior anuncio de alto al fuego, al bloqueo de la administración Trump a las investigaciones de los demócratas como primer paso en el proceso de destitución contra el presidente de Estados Unidos.