En Estados Unidos, ocho días después de las elecciones presidenciales, aún no ha finalizado el recuento en varios Estados. No es algo fundamental ya que Joe Biden cuenta con la mayoría de votos electorales para ser presidente en enero, aunque de momento Donald Trump sigue sin darse por enterado de que ha perdido y sin ofrecer ningún gesto que permita aventurar una transición tranquila.
Justo hoy hace cuatro años los informativos abrían con la imagen de Barack Obama, entonces presidente, recibiendo en la Casa Blanca con todos los honores a quien había ganado las elecciones sólo dos días antes, Donald Trump.
Las cosas han cambiado mucho, el ahora presidente, que se ha dejado ver en el homenaje a los veteranos de guerra, continúa sin reconocer la derrota. Y continúa sin dar pruebas de lo que él llama "fraude" o una definición coherente de lo que él llama "votos ilegales".
Su círculo más próximo de momento lo sigue en esta aventura. La actual Administración no está facilitando un solo documento al equipo de Biden, algo inédito. No hay transición alguna en marcha.
Y no parece que la habrá al menos hasta que no se resuelvan los innumerables recursos que hay en marcha. Y antes tiene que acabar el recuento en todos los estados. Alguno como Georgia lo va a repetir manualmente.
A día de hoy, la ventaja de Biden en votos es ya de más de cinco millones.