Los misiles siguen cayendo también sobre la ciudad ucraniana de Odesa, cuyo aeropuerto ha quedado seriamente dañado. La ciudad se encuentra en permanente estado de alerta y por ello se ha decretado un nuevo toque de queda que se extenderá ininterrumpidamente hasta las 17:00 horas del próximo martes 3 de mayo. Este toque de queda estricto durará casi 48 horas para intentar proteger a la población de la ciudad.
Durante la mañana del domingo 1 de mayo, los ciudadanos de Odesa han derribado otro dron espía ruso. En las últimas horas antes de que sea vigente este toque de queda, los ciudadanos han salido a las calles para disfrutar de los últimos minutos que pueden salir. En los dos próximos días, tanto el Ejército como las autoridades de la ciudad preparan la zona para esa posible ofensiva de los militares de Putin.
Las autoridades ucranianas quieren repetir la misma práctica que llevaron a cabo hace días en Kiev donde preparaban la ciudad para el ataque ruso sin ningún tipo de testigo. Por esta razón, las autoridades ucranianas han establecido este estricto toque de queda. Además, durante estas horas los investigadores tratan de desarticular posibles grupos de saboteadores infiltrados en el frente ucraniano. Esa es la gran obsesión que invade ahora mismo las calles de Odesa.
Durante la tarde del sábado 30 de abril, un misil lanzado por las fuerzas militares rusas impactó en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Odesa y, ahora, se encuentra inutilizada, según denunciaba el Mando Operativo Sur de las Fuerzas Armadas Ucranianas.
Varios misiles más habrían impactado en la zona de la ciudad sin que por el momento haya noticias concretas sobre daños personales o materiales, informa la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
Sí se sabe que las sirenas de aviso por ataque aéreo se han activado en la ciudad y que se han escuchado varias explosiones.