Comienza en Ucrania el séptimo día de guerra en Ucrania. Hoy está previsto que ambas partes reanuden las negociaciones, aunque no se conoce ni la hora ni el lugar. Y mientras, Kiev amanece sitiada por el enorme despliegue del ejército de Vladimir Putin. Ha advertido a la población que abandone la capital.
El de ayer fue el ataque más descarnado desde que Rusia decidió iniciar la invasión de Ucrania. Ya ha bombardeado la torre de la televisión en la capital y tiene preparado a su enorme convoy para intensificar la ofensiva.
Los bombardeos son masivos alrededor de Kiev pero la capital no es la única diana de la ofensiva rusa.
Yitomir, una ciudad al oeste del país, es un ejemplo más de cómo los ataques de Rusia se recrudecen.
Allí, un misil crucero ha alcanzado otra zona residencial muy cerca de un hospital. Al menos, cuatro personas han muerto. Los Bomberos se apresuran en la búsqueda de supervivientes entre los escombros.
A pesar de los esfuerzos del ejército ucraniano de frenar el avance de las tropas rusas, la ciudad de Jersón ha caído en sus manos. Ya se ven las primeras imágenes de los blindados por sus calles. Es la primera gran ciudad en manos de Rusia y un aliciente para conseguir Kiev, que sigue bajo su asedio.
Los vecinos de Kiev han pasado la noche en los refugios y búnkeres, bajo el sonido de las bombas. Sobre todo, después de la advertencia rusa de una nueva oleada de bombardeos.
Ya hay infiltrados rusos en la ciudad, mercenarios y saboteadores que buscan al presidente Volodimir Zelenski y a su círculo más cercano. Solo tienen un fin: acabar con ellos.