Con Mariúpol en manos de Rusia y tras la rendición de los últimos de la acería, las tropas rusas visitan el teatro de la ciudad como si fuera una atracción turística. Una atracción turística en ruina, destruida por ellos.
Unos 600 civiles murieron en el ataque de Rusia contra el teatro de Mariúpol que quedó hecho una ruina hace dos meses ya. Hoy, con la ciudad portuaria en manos de los rusos, estos lo visitan como su fuera una atracción turística.
Tras la caída de los últimos de Mariúpol, esos militares del batallón Azov que resistían en la acería de la ciudad, el Ejército de Rusia busca minas, que han puesto los dos bandos, en la planta industrial.
Con Mariúpol, ciudad clave para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para poder conectar la anexionada Crimea con el resto del Donbás, su ejército echa el resto en Lugansk y Donetsk.
Solo este domingo, cinco civiles han muerto y 11 han resultado heridos en bombardeos en la región separatista de Donetsk. "El 22 de mayo de 2022, los rusos mataron a cinco civiles en la región de Donetsk: dos en Lyman, uno en Dachne, uno en Klynove y uno en Avdivka. Otras once personas resultaron heridas", ha asegurado el jefe de la administración militar de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko, en Telegram, tal y como ha recogido Ukrinform.
Además, una persona, ha resultado herida en la región de Lugansk y ha recibido asistencia médica en Bakhmut.