Los talibanes cuando gobernaban Afganistán hace veinte años, prohibieron el uso de internet a su población. Pero eso no quiere decir que ellos hayan renunciado a los beneficios de la red para usos propagandístico todos estos años. Desde las zonas del país que siempre mantuvieron y, sobre todo, desde Pakistán, los líderes talibanes han convertido las redes sociales en su principal instrumento para difundir sus ideas.
Los talibanes han conquistado las redes sociales, sobre todo Twitter, lo que les ha servido, sin ninguna oposición por parte de la plataforma tecnológica, ablandar a la oposición e incluso lavar su imagen internacional. Ahora que controlan de nuevo todo el país, su actividad en redes se intensifica con miles de cuentas, para seguir eliminando a la oposición interna y también para proyectar una imagen más amable de cara al exterior.
Las imágenes que todas estas cuentas lanzan al mundo presentan un país en paz, en pleno proceso de recuperación, con unos militares talibanes que ayudan a la comunidad en la reconstrucción, con niñas acudiendo a las escuelas o mujeres participando en reuniones improvisadas junto a los hombres. Unas imágenes muy distintas a las que publican los pocos medios internacionales que permanecen en el país, los militares extranjeros en sus labores de evacuación o el puñado de opositores que pueden filtrar algún tipo de material de las represiones y las ejecuciones sumarias, arriesgando sus propias vidas.
La red social donde más presencia acumulan los talibanes es Twitter. Sus principales líderes han tenido siempre cuentas ‘oficiales’ en la red, presentándose con sus cargos dentro del grupo integrista: por ejemplo, Zabihullah Mujahid aparece en su cuenta como portavoz del Emirato Islámico de Afganistán desde hace años. Twitter no ha perseguido ni prohibido sus cuentas y es que los talibanes nunca han sido considerados un grupo terrorista, ni por los Estados Unidos ni por ningún otro país. Además, sus componentes no violan las normas de la red social.
Formados en Pakistán en el uso de las redes sociales, los líderes talibanes se cuidan de no violar las normas y así mantener sus cuentas activas: no suplantan cuentas, no incitan a la violencia, etc. Así, han conseguido dominar esta red social y cuentan con miles de cuentas con millones de seguidores que lanzan su propaganda de forma muy efectiva.
Parece que los talibanes se sirvieron de este dominio de la red social para allanar el camino de la conquista express del país tras el anuncio de retirada de las tropas estadounidense. Una calculada campaña de propaganda animó a los militares afganos a dejar las armas ante el avance de las fuerzas de los talibanas hace unas semanas.
Toda la libertad de la que gozan los talibanes en Twitter se les niega en Facebook e Instagram, además de en Youtube. Aquí no existen cuentas oficiales de los talibanes, aunque esto no impide, en la práctica, que aparezca propaganda del régimen talibán en miles de cuentas ‘no oficiales’. Muchas son las cuentas, sobre todo de fuera de Afganistán, que difunden sus mensajes y multiplican su propaganda, al igual que hay muchas otras que publican contenido contrario.
Todas estas cuentas, siempre que no sean oficiales y que no violen las normas de sus respectivas redes sociales, permanecen activas y cuentan con una actividad frenética, sobre todo ahora.
Los talibanes han aprendido mucho a lo largo de las dos últimas décadas, y tenían muy claro que, además de mantener la presión militar, el uso de la propaganda y el control de las redes sociales les ayudaría a volver a conquistar el país. Desde que negociaron con Estados Unidos la salida de los militares del país, han utilizado las redes para preparar el cambio de gobierno y el regreso al régimen islámico radical.
Hace 20 años ellos mismos se encargaron de que la población no contara con acceso al a red, pero a día de hoy la mayoría de los habitantes de las zonas urbanas cuenta con un teléfono inteligente. Durante las últimas semanas se han dirigido desde sus redes sociales a esta población, asegurándoles un proceso de transición pacífico, sin represiones y con un futuro inmediato más próximo. Con estos mensajes han querido dar instrucciones a la población en este proceso de vuelta al poder, culpando de todos los males del país a los americanos y el gobierno anterior y pidiendo la colaboración ciudadana.
Así, los principales mensajes que ahora muestran estas cuentas en redes sociales presentan un idílico proceso de paz y de reconstrucción del país, con un exquisito trato a todos los afganos, ya sean mujeres e incluso opositores a los talibanes. A la vez, las imágenes del caos en el aeropuerto de Kabul se presentan como un acto de represión contra los afganos de los militares americanos.
Mientras, la economía de Afganistán se colapsa, las mujeres y niñas afganas vuelven a vivir anuladas y bajo el régimen del terror que no respeta ninguno de sus derechos y la oposición a los talibanes sufre persecución y muerte. Y solo unos pocos afganos se atreven a documentar esta realidad y publicarla en las redes sociales, poniendo en riesgo su propia vida.