Las agencias internacionales de inteligencia han alertado de la amenaza inminente de un atentado terrorista en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul donde se tiene constancia de que varios miembros del grupo ISIS-K, vinculado al estado islámico, se han infiltrado entre las personas que tratan de acceder al aeródromo para huir del país.
En su ofensiva militar para hacerse con el control del Afganistán, los talibanes liberaron algunas de las cárceles en las que se encontraban algunos de sus compañeros pero, aprovechando el caos y el desconcierto, también quedaron libres cientos de terroristas del ISIS-K que ahora ponen en riesgo la operación de evacuación en Kabul. Se trata de un grupo vinculado al Daesh que debe la K de su nombre a la región del Khorasán, el territorio en el que operan y que también abarca parte de Pakistán.
Los propios talibanes están enfrentados con los integrantes del ISIS-K y, según un comunicado de Daesh, es probable que se produzcan ataques del grupo terrorista incluso sobre el territorio controlado por la milicia talibán, a la que acusan de haber traicionado al llamado 'Califato' tras "compincharse" con Estados Unidos. Los ataques del ISIS-K se han intensificado en la zona llegando a atentar en una escuela de niñas de Kabul causando cerca de 70 muertes hace tan sólo 3 meses.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que las tropas americanas permanecerán en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul tan sólo hasta que sea estrictamente necesario. "La amenaza terrorista es real y por eso tenemos que acelerar la evacuación"-ha asegurado en una declaración institucional.
Desde hace varios días, algunos de los aviones que despegan desde Kabul lo hacen liberando bengalas antimisiles para evitar ser alcanzados por algún proyectil lanzado por los terroristas. Los talibanes, por su parte, han comenzado a estrechar el cerco aumentando los controles de acceso al aeropuerto al que aún continúan acudiendo miles de afganos desesperados por abandonar el país.
Las labores de evacuación afrontan ahora una fase decisiva en la que, tal y como aseguran desde el Gobierno de España, se está intentando apurar al máximo todo el espacio disponible para conseguir sacar del país al "máximo número de afganos posible" antes de que Estados Unidos retire de manera definitiva a sus tropas a partir del próximo 31 de agosto.