La situación en el aeropuerto de Kabul es cada día más complicada. Con el límite máximo del 31 de agosto para el fin de la evacuación, las personas que se agolpan en las proximidades del aeropuerto para intentar escapar de Afganistán lo tienen cada día más complicado. Además, los talibanes han prohibido a los afganos acercarse al aeropuerto y han montado más controles para disuadir a todos los que intentan huir.
El Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado que el riesgo de sufrir un atentado del Daesh en la zona del aeropuerto es cada día más real, motivo por el que cree justificada su negativa a permanecer en el país más allá del próximo 31 de agosto.
La amenaza de los talibanes a sus ciudadanos ha quedado patente con la imagen difundida por un afgano que trabaja como traductor de un grupo de australianos. En un vídeo grabado con su teléfono móvil vemos como los talibanes le golpean en un puesto de control cercano al aeropuerto, para después disparar con sus rifles al aire para disuadirle de acercarse al aeródromo.
Mientras, en el aeropuerto, miles de afganos se agolpan ante los muros y las vallas infranqueables, muchos de ellos familias enteras con niños pequeños. Casi todos ellos sin ningún vínculo con gobiernos extranjeros, lo que hará casi imposible que consigan embarcarse en ningún avión que los saque del país.
Desde el 14 de agosto han salido de Kabul cerca de 82.000 personas y la evacuación prosigue, lenta, al ritmo de un vuelo a la hora. El riesgo de atentado es total y los días de plazo para sacar a personas de Afganistán son ya muy pocos.