La rápida actuación de una empleada de aeropuerto ha salvado la vida a un bebé en Nueva York. La madre se encontraba en el control de seguridad de Newark cuando el bebé se atragantó. Un enorme susto.
Parecía una jornada normal en el aeropuerto de Newark, Nueva York, cuando en el control de equipaje hay un bebé que no respira. Sin pensárselo dos veces, una empleada salta la cinta transportadora y coge al pequeño en brazos. Le realiza la maniobra Heimlich y tras insistir varias veces consigue salvarlo.
La mujer sabía lo que hacía. Trabajó durante 10 años en emergencias.
No es la primera vez que pasa algo así. Al borde de la asfixia se encontró un agente a otro bebé y a su desesperada madre en Carolina del Sur. Esta pequeña de apenas 12 días dejó de respirar mientras dormía. La delicadeza del policía fue su salvavidas.
En otra ocasión una comida en familia casi termina en tragedia. El bebé se atragantó y empezó a ponerse azul. Suerte que uno de los clientes llevaba encima un dispositivo anti ahogamiento.
Con un caramelo se atragantó otro niño en Huelva. A él fue la Guardia Civil quien le salvó la vida.