El Ejército de Rusia ha dado dos horas a las tropas de Ucrania que permanecen en la acería de Mariúpol, junto a cientos de civiles, para deponer las armas. Como el Gobierno de Kiev no les va a dar la orden, Rusia les ha ofrecido “rendirse o morir”. Pese a los ultimátum de Rusia, las autoridades de Ucrania aseguran que Mariúpol “sigue sin caer”
Las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Donetsk han anunciado el inicio de una ofensiva contra una acería en la ciudad ucraniana de Mariúpol, que se niega a deponer las armas. Rusia ha ofrecido a "batallones nacionalistas" y "mercenarios" que entreguen las armas sin combatir. Tienen dos horas para dejar las amas y a cambio Moscú les ha prometido un alto el fuego entre las 13.30 y las 16.00 horas para permitir la evacuación de combatientes de Azovstal y de los civiles que se refugian en la acería. Además, promete tratarlos de acuerdo con la Convención de Ginebra.
El portavoz de las milicias de Donetsk, Eduard Basurin, ha indicado que "los grupos de asalto seleccionados para asaltar este lugar han empezado su trabajo" y ha destacado que "Rusia está ayudando mucho en esto con aviación y artillería", según ha informado la agencia rusa de noticias TASS.
"En el futuro próximo, estos pseudodefensores del pueblo ucraniano se rendirán y la población (de la ciudad) podrá respirar aliviada", ha manifestado Basurin, después de que el Ministerio de Defensa ruso afirmara que las fuerzas ucranianas se encuentran cercadas en la planta metalúrgica de Azovstal.
El jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, el coronel Mijail Mizintsev, ha ofrecido a las fuerzas ucranianas, entre las que destaca el Batallón Azov --un grupo armado neonazi integrado en las fuerzas de seguridad ucranianas--, que pongan fin a los combates a las 12.00 horas (hora local).
"Dada la situación catastrófica desarrollada en Azovstal y guiada por principios puramente humanos, las Fuerzas Armadas de Rusia ofrecen una vez más a los milicianos de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros que detengan todas las hostilidades", ha resaltado.
En este sentido, Mizintsev ha recalcado que Rusia "garantiza a todos la preservación de su vida y el cumplimiento de todas las normas de la Convención de Ginebra sobre el tratamiento a los presos de guerra, como ha pasado con el personal militar de las Fuerzas Armadas ucranianas que se rindieron previamente en Mariúpol".
Por ello, ha detallado que la propuesta de Moscú incluye un alto el fuego entre las 13.30 y las 16.00 horas para permitir la evacuación de combatientes de Azovstal. "Pedimos una vez más a las autoridades oficiales de Kiev para mostrar prudencia, dar instrucciones apropiadas a los milicianos para que detenga una resistencia sin sentido", ha añadido.
"Teniendo en cuenta que no recibirán estas órdenes por parte de las autoridades de Kiev, les pedimos que tomen esta decisión por su cuenta y entreguen las armas", ha recalcado Mizintsev, quien ha desvelado que esto mismo será comunicado a organizaciones como Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Las autoridades de Mariúpol han afirmado durante los últimos días que en la planta de Azovstal se encuentran refugiados miles de civiles que huyen de los combates en la ciudad, si bien Rusia sostiene que centra sus operaciones contra las fuerzas ucranianas y grupos armados.
La ciudad portuaria de Mariúpol es estratégica para Rusia, que quiere anexionarse la región deL Donbás, donde hoy el Kremlin ha iniciado la segunda fase de la guerra de Ucrania, en palabras del propio ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.
Mariúpol ha resistido a los duros ataques del Ejército de Vladimir Putin y los últimos soldados en la ciudad habrían tomado la acería como base de operaciones, un espación de unos 11 kilómetros cuadrados.