El sentimiento de los ucranianos por su país no sólo lo demuestran en el campo de batalla. También se refleja a las puertas de las oficinas de correos de Kiev, donde cientos de personas hacen cola para hacerse con un sello muy especial, que muestra el barco de guerra de Rusia hundido hace unos días.
El Moskva contaba con una gran batería de misiles móviles de 12.500 toneladas, misiles antibuque y misiles de defensa aérea. Su longitud era de 612 pies y tenía capacidad para 500 personas a bordo. Moskva se incorporó a la armada soviética en 1982. La embarcación fue construida como una alternativa convencional a los buques de batalla de clase Kirov de propulsión nuclear. Moskva contaba con radares Top Pair y Top Steer que permitían captar objetivos o amenazas a más de 322 kilómetros.
En detalle, la embarcación contaba con 16 lanzadores fijos para misiles antibuque P-1000 con un alcance de 483 kilómetros, tubos verticales para 64 misiles de defensa aérea S-300 con un alcance de 90 kilómetros y lanzadores de riel para 40 misiles Osa para autodefensa aérea. Ademáa de poderosas ametralladoras de 130 milímetros que pueden alcanzar objetivos a 24 kilómetros de distancia, torpedos y un helicóptero.
Tras la marcha del Ejército de Rusia de Kiev, capital de Ucrania, rumbo a la región del Donbás, los ucranianos supervivientes intentan recuperar su vida, haciendo gala de su endereza.
Son muchos los vecinos de Kiev que hacen cola durante horas frente a la oficina de correos para comprar un sello ya emblemático, símbolo de la resistencia de un pueblo. El sello muestra el barco de guerra ruso, que el Ejército de Ucrania hundió hace unos días, y que al comiendo de la guerra atacó la Isla de las Serpientes.
El buque Vasily Bykov fue alcanzado en un tiroteo en el que los ucranianos utilizaron una embarcación más pequeña para atraer al barco ruso a la costa para facilitar la labor de los misiles. Cuando el barco estuvo lo suficientemente cerca, una batería de misiles oculta abrió fuego en plena noche, dando en el objetivo, que quedó en llamas.
En un vídeo de los ucranianos se puede escuchar cómo los militares celebran el golpe con gritos y aplausos. En ese vídeo se puede escuchar a uno de los hombres decir: "Le hemos dado", a lo que un segundo responde: "Buque de guerra ruso, vete a la mierda", recordando la frase de los resistentes de la isla de la serpiente.
El pasado 24 de febrero, día de la invasión de Ucrania, militares de Rusia instaron a abandonar a los soldados ucranianos la Isla de las Serpientes que la vigilaban. “Este es un buque de guerra ruso, les sugiero que depongan sus armas para evitar derramar sangre y la muerte injustificada, de lo contrario serán bombardeados” reza en la comunicación que quedo registrada.
Uno de los 13 agentes ucranianos, Roman Gribov, respondió: “Barco ruso, vete a la mierda”. Después la comunicación se cortó y la Isla de las Serpientes fue atacada.
Aunque inicialmente se informó de que los militares en la Isla de las Serpientes habían muerto, lo cierto es que fueron capturados y después liberados en un intercambio de rehenes. El soldado de Ucrania que dijo la ya célebre frase “barco ruso, vete a la mierda” fue condecorado.