Los soldados de Rusia continúan registrando a los milicianos de la acería de Azovstal, en Mariúpol, que ahora son sus prisioneros de guerra. Muchos de ellos están gravemente heridos o enfermos y casi no pueden ni caminar solos. El Kremlim quiere interrogarlos antes de tomar una decisión sobre su destino. El Kremlin habla de 1.000 soldados ucranios rendidos en la planta. Muchos se preguntan qué ocurrirá con ellos: si serán intercambiados o serán ejecutados como piden algunas voces cercanas a Vladímir Putin.
Ucrania lo que dice es que tienen que ser tratados como prisioneros de guerra. Pero lo cierto es que en Rusia ya han comenzado algunos movimientos legislativos para considerar a los miembros del batallón de Azov como terroristas neonazis. Algunos políticos ya han pedido su ejecución.
Hay muy poca información de la cuestión, salvo los detalles de que se negocia el intercambio de prisioneros. Esta mañana ha hablado la hermana de uno de los soldados ucranios que seguían todavía esta mañana en Azovstal: asegura a sus familiares que está bien, que no se preocupen. Los detalles del acuerdo de rendición, o de entrega, si es que lo ha habido, son todavía desconocidos.
Extenuados y arrastrando los pasos. Los últimos defensores de Mariúpol afrontan su última batalla. Y lo hacen desarmados, con sus petates llenos, sabiendo que su destino podría acabar siendo condenados a un final muy cruel.
Ucrania dijo que serían canjeados en un intercambio de prisioneros, pero los soldados rusos buscan tatuajes, distinitivos que identifiquen a integrantes del batallón de Azov. Putin necesita que sean nazis para justificar la invasión de Ucrania y su rendición para ofrecérsela al pueblo ruso.
Con una mezcla de orgullo y preocupación, miran a cámara. Entre los que resistieron 82 días, hay varias mujeres policía, que también afrontan un largo cautiverio o una ejecución extrajudicial en la separatista Donestk. Su líder prorruso asegura que entre los cerca de 1.000 combatientes que se han entregado no hay ningún comandante de alto rango. Seguirían dentro de la acería de Azovstal.