El Ministerio de Defensa de Rusia ha anunciado que ha logrado destruir el sistema aéreo de defensa antimisiles S-300 donado por Eslovaquia en una serie de bombardeos perpetrados a las afueras de las provincia de Dnepropetrovsk, en el este de Ucrania. Y es que en esa zona, la región del Donbás, es donde el Ejército de Vladimir Putin estaría aumentando su ofensiva en la guerra de Ucrania, tras nombrar comandante al mando a Alexander Vornikov, un militar sanguinario ya en Siria.
"Este domingo, los sistemas de precisión antimisiles han destruido equipamiento militar antimisiles en un hangar", ha señalado el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, según ha recogido la agencia de noticias Interfax.
Konashenkov ha indicado que Ucrania había recibido los sistemas antimisiles de "un país europeo", si bien no ha especificado de qué país se trata. Además, ha señalado que durante la noche se han llevado a cabo una serie de ataques contra instalaciones militares ucranianas en Mikolaiv, Donetsk y otras regiones del país.
El Ejército de Ucrania, por su parte, ha informado de que ha destruido varios misiles rusos lanzados al sur del país, concremente muy cerca de Mykolaiv, aunque uno de ellos demasiado cerca del casco urbano, causando muchos daños materiales y varios heridos.
El pasado 8 de abril, el primer ministro eslovaco, Eduard Heger, confirmó haber enviado un sistema de defensa aérea S-300 a Ucrania. "Las fuerzas de Ucrania defienden a un país soberano y nosotros también. Es nuestro deber ayudar, no quedarnos quietos e ignorar la pérdida de vidas humanas bajo la agresión rusa", ha manifestado.