La capital de Ucrania, Kiev, cada vez está más cercada por el Ejército de Rusia, algo que se puede comprobar en las imágenes de satélite. La huida desesperada de los niños con sus madres generan gran empatía, pero no pensamos habitualmente en las personas mayores que simplemente viven con la soledad extrema, la cual se acrecienta en tiempos de guerra.
En Kiev hay muchas mujeres muy mayores sin irse de sus casas y necesitan ayuda. Cuando caen las bombas y suenan las sirenas antiaéreas no pueden bajar a los refugios. Es el caso de Yana, con movilidad reducida y una pulmonía. Sin la ayuda de Katia, su vecina de 50 años, y de otros voluntarios en la ciudad, no podría acceder ni a comida ni a medicinas.
Esta extraductora de Naciones Unidas de ingés no tiene a nadie más en Kiev, son sus vecinos quienes la apoyan y la cuidan. Es la cadena de solidaridad de muchos vecindarios alejados del centro de la capital, de plazas como la de Maidán, donde viven esa realidad tan dura esperando la llegada de las tropas rusas, que toman posiciones a 20 kilómetros al norte y a 95 kilómetros al sur.
Postrada en una cama a causa de la pulmonía, Yana no solo no puede bajar a los refugios de Kiev cuando los ataques arrecian, depende íntegramente de Katia, que cada día se ocupa de que no le falte de nada. "La cuido, la lavo y le doy sus medicinas", comenta la mujer ucraniana.
Con dos hijas fuera del país, Yana asegura que no tiene a nadie más, y la evacuación no es una opción, así que, protegiendo los cristiales de las ventanas como pueden, las dos resisten unidas en una escasez cada vez mayor, según muestran las imágenes recogidas por 'Cadena Ser'. "Las medicinas se están acabando y necesitamos pañales", añade Katia.
Vladímir es otro de los samaritanos que pensó que no era útil en el frente de guerra. Se ocupa de llevar medicamentos y comida a personas vulnerables como Ana, de 82 años, que tiene movilidad reducida y también presciende de cobijo en los sótanos.
"El resto de mis vecinos también me necesita", explica Ana, exprofesora de historia, que desde el quinto piso de su vivienda, expuesta al acecho de las bombas, extiende por todo su edificio la red solidaria de una supervivencia en tiempos de guerra.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado este miércoles que Ucrania se prepara para las próximas negociaciones con Rusia -mientras cerca Kiev-. El mandatario, asimismo, ha apuntado que la amenaza es máxima ahora mismo en la capital.
En una primera imagen difundida se ve el puente destrozado sobre el río Dniéper, por el que ya no pueden pasar los vehículos:
En otra imagen difundida sobre la nieve se puede ver a los vehículos militares rusos tomando posiciones para reforzar el asedio a Kiev: