Fue uno de los primeros testimonios que recibimos desde un sótano. El de Olana, que nos mandaba casi un mensaje de despedida desde el búnker en el que se refugiaba con sus dos hijos pequeños de las bombas que asediaban Kiev.
Ahora su situación ha cambiado y Olana ha conseguido salir de Ucrania con su familia. Ya está en la frontera con Polonia esperando a que unos amigos la recojan para poner rumbo a España. Ha pasado del no ser si es la última vez que logro grabar en vídeo, ahora está en la frontera de Polonia. Esta noche dormirá tranquila sana y salva.